Con la llegada de la primavera, diversas frutas de estación se convierten en opciones perfectas para los días de calor. Entre ellas destacan las ciruelas, reconocidas por sus efectos positivos sobre el sistema digestivo y por el valioso aporte nutricional que brindan al organismo. Entre las cualidades nutricionales de la ciruela se destaca su riqueza vitamínica, ya que contiene vitaminas A, C, varias del complejo B, E y K. Asimismo, es fuente de minerales esenciales como zinc, fósforo, magnesio, calcio, hierro, entre otros.
Beneficios de las ciruelas
- Alto contenido acuoso: el elevado porcentaje de agua que poseen las ciruelas las convierte en una elección refrescante para las temporadas cálidas, contribuyendo a mantener una adecuada hidratación corporal. Esta característica, sumada a su contenido de fibra, las hace beneficiosas para prevenir y aliviar diversos problemas intestinales.
- Alivio de las secreciones: investigaciones científicas han demostrado que las ciruelas tienen un efecto protector sobre el aparato respiratorio, actuando como un tratamiento natural para la tos y la congestión. Por esta razón, son particularmente recomendadas para personas que padecen bronquitis, ya que facilitan la expulsión de flemas acumuladas en los pulmones.
- Refuerzo de las defensas orgánicas: los flavonoides que contiene esta fruta poseen una importante acción antioxidante que ayuda a proteger al cuerpo del daño causado por los radicales libres. Gracias a este mecanismo, fortalecen el sistema inmunológico, aumentando la resistencia del organismo.
Cómo identificar cuándo una ciruela está en su punto
Para determinar si una ciruela ha alcanzado su madurez óptima, es necesario considerar varios aspectos. En primer término, la superficie debe presentarse completamente uniforme y libre de defectos.
Además, su tonalidad debe ser amarilla intensa o rojiza profunda, mientras que su consistencia debe ofrecer cierta flexibilidad al tacto, aunque sin resultar excesivamente blanda, lo que indicaría que está sobremadura.