Los empleados municipales de Valle Viejo, continúan manifestándose en rechazo al acuerdo salarial firmado días atrás entre el Municipio y la conducción local de UPCN. En la tarde del miércoles, se realizó una nueva movilización, donde trabajadores autoconvocados reiteraron su malestar por considerar insuficiente el incremento de $30.000 otorgado por la intendenta Susana Zenteno como adelanto paritario.
El conflicto se desató tras el regreso de la jefa comunal de su viaje a República Dominicana, en medio de una fuerte polémica por no haber firmado el decreto de traspaso de mando. Apenas retomó la actividad oficial, Zenteno se reunió con la secretaria general de UPCN, Claudia Espeche, y se acordó un esquema de pagos que incluye el cobro de haberes el 5 de junio, un adelanto paritario de $30.000 el día 15, y un segundo bono similar para julio. Además, se garantizó el pago del medio aguinaldo el 25 de junio y se anunció el inicio de las paritarias en la segunda quincena de julio, sujeto a la evolución de la coparticipación.
No obstante, los empleados autoconvocados expresaron su desacuerdo con el acuerdo firmado, y advirtieron que las medidas de protesta se profundizarán si no reciben una respuesta directa de las autoridades. «Estamos solicitando un incremento que se nos viene negando en esta primera mitad del año”, señaló Verónica Herrera, vocera de los autoconvocados municipales.
En sus declaraciones, Herrera sostuvo que el aumento anunciado no cubre la inflación acumulada, y recordó que existe un acta acuerdo firmada que preveía negociaciones salariales para el 10 de febrero.
“Con lo que arregló UPCN estaríamos perdiendo incrementos correspondientes a estos meses. No sabemos si este será el único aumento del año, pero parece ser lo que pretende el Ejecutivo”, afirmó.La vocera detalló que, según la comunicación recibida, “solamente hay eso, lo que se publicó: un bono de 30 mil en junio y otro en julio, que después será incorporado al sueldo como aumento. De paritarias no se está hablando, aunque ya estaba previsto negociarlas desde febrero. Eso ahora se desconoce, a pesar de que hay un acta firmada”.
Además, denunció presiones internas y un clima de hostigamiento. “Hay empleados que están sufriendo aprietes por parte de funcionarios del Ejecutivo municipal”, sostuvo. “Nos dicen que si no hay intervención de Inspección Laboral, desestiman todo, y que así nos están empujando a hacer cortes de calles. Nos incentivan a que molestemos a la gente porque no quieren dar un incremento como corresponde. Se olvidan de los empleados, como cada intendente que pasa”.
Herrera también cuestionó la falta de diálogo con Zenteno: “En seis años de gestión, nos ha recibido solo dos veces, y solamente para firmar actas acuerdo. Parece que los empleados no somos dignos de hablar con ella”.Según explicó, actualmente un empleado municipal cobra un salario bruto de $628.000, pero percibe en mano aproximadamente $550.000. “Es una burla lo que está pasando”, remarcó.Por otra parte, expresó su descontento con la conducción gremial: “¿Dónde está UPCN? No está haciendo el acompañamiento a los empleados. Estamos cansados. Vamos a asamblea y haremos las presentaciones en Inspección Laboral para hacer los cortes como corresponde”.
Por último, los trabajadores anticiparon que la próxima semana realizarán una nueva asamblea y definirán nuevas acciones de protesta. El conflicto permanece abierto, y las diferencias entre las partes parecen profundizarse con el correr de los días.