jueves, 25 de diciembre de 2025 10:24
En su primera misa de Navidad, celebrada en la basílica de San Pedro tras más de 30 años sin que un pontífice presidiera allí esta ceremonia, el papa León XIV condenó “las guerras en curso o terminadas que dejan heridas abiertas” y pidió por las poblaciones indefensas ante los conflictos armados.
En esta celebración, que no se realizaba desde 1994, el pontífice de origen estadounidense y peruano recordó el sufrimiento de los habitantes de Gaza y de los desplazados y refugiados en distintos continentes, así como el de los miles de personas sin hogar en las ciudades. “Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás”, afirmó, y se preguntó: “¿Cómo no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frío, y en las de tantos otros desplazados y refugiados en cada continente, o en los refugios improvisados de miles de personas sin hogar en nuestras ciudades?”.
El papa advirtió que “frágil es la carne de las poblaciones indefensas, probadas por tantas guerras en curso o terminadas dejando escombros y heridas abiertas”, y denunció la situación de los jóvenes obligados a tomar las armas, “que advierten la insensatez de lo que se les pide y la mentira que impregna los discursos de quienes los mandan a morir”.
“Sólo cuando la fragilidad de los demás nos atraviesa el corazón, cuando el dolor ajeno hace añicos nuestras sólidas certezas, entonces ya comienza la paz”, aseguró. Y añadió: “La paz de Dios nace de un sollozo acogido, de un llanto escuchado; nace entre ruinas que claman una nueva solidaridad, nace de sueños y visiones que, como profecías, invierten el curso de la historia”.
Un llamado a la Paz Global
León XIV imploró consuelo para las víctimas de todas las guerras, “especialmente aquellas olvidadas”, y mencionó los conflictos en Sudán, Sudán del Sur, Malí, Burkina Faso y la República Democrática del Congo. También pidió que cese la violencia en Haití y que América Latina avance por el camino del diálogo y la reconciliación, dejando de lado las exclusiones ideológicas y partidistas.
“Cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación”, subrayó el pontífice en su primera Navidad como líder de la Iglesia Católica
Mensaje Urbi et Orbi
Tras la misa, León XIV impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde pidió “justicia, paz y estabilidad para el Líbano, Palestina, Israel y Siria” y exhortó a Ucrania y Rusia a encontrar “el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa”.
“Oremos de manera especial por el atribulado pueblo ucraniano, para que cese el estruendo de las armas y las partes implicadas, con el apoyo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa”, expresó.
El papa también encomendó “al Príncipe de la Paz todo el continente europeo”, pidiendo que se mantenga fiel a sus raíces cristianas y solidario con quienes atraviesan necesidad.