domingo, 15 de junio de 2025 02:39
La comunidad en general, y la familia del justicialismo en particular, brindaron un sentido adiós a la señora Ana Castro, por todos conocida como “Monona”, una mujer que fue emblema de la militancia y la entrega incondicional. Dirigente peronista de la vieja guardia, solidaria, comprometida, llegó a ocupar una banca como diputada provincial, y dentro del PJ fue secretaria de la Mujer en el Consejo Capital y presidenta de la Rama Femenina. Ocupó también algunos cargos como la dirección de la Casa de la Mujer, pero en realidad sus mayores galardones los obtuvo por su rol militante, ya que le tocó transitar duros años de persecución al peronismo y jamás claudicó en sus banderas. Si, como rezan los cantos futboleros, hay que estar en las buenas “y en las malas mucho más”, Monona dio el ejemplo defendiendo siempre la doctrina peronista, y sobre todo ejerciéndola, ayudando, dando una mano, recorriendo barrios casa por casa, trabajando sin reclamar nunca nada. Una vida dedicada la política y de la forma más sana, tanto que en su despedida cosechó el reconocimiento unánime de compañeros y adversarios, por haber sido una mujer ejemplar. Desde el gobernador Raúl Jalil y la exgobernadora Lucía Corpacci hasta el intendente Gustavo Saadi, pasando por representantes de otras fuerzas políticas, todos la despidieron con afecto. Afortunadamente también recibió muchas distinciones en vida, tanto dentro como fuera de la provincia, y quedará para ella el honor de haber sido, además, la primera mujer en la historia en haber presidido el bloque peronista de la Cámara de Diputados. Una pérdida irreparable, no sólo para el peronismo, sino para todos los catamarqueños.
Cumbre inédita
Si se esperaban efectos políticos por la ratificación de la condena a Cristina Kirchner, el primero no tardó en observarse. En la sede nacional del PJ, se desarrolló una reunión con actores cuya unión resultaba impensada apenas unos días atrás. Desde Máximo Kirchner a Sergio Massa, de Juan Grabois a Guillermo Moreno, representantes de todos los sectores del peronismo, aun los más distantes, confluyeron ante la proscripción de la expresidenta, a días de haber anunciado su decisión de competir como candidata en las próximas elecciones. Si bien el diálogo no fue más que un bosquejo preliminar, el peronismo se mostró resuelto a cerrar filas con un objetivo claro: recuperar el gobierno en 2027. Se trata de una primera reacción que demandará mucho trabajo para verse cristalizada, pero que es en sí misma un gesto notable. La posibilidad de que la asfixia judicial sobre Cristina derivara en el fortalecimiento del justicialismo es todavía un acto potencial, pero todos coincidieron en recibir la cumbre como una señal alentadora. El siguiente capítulo puede darse en la marcha convocada para acompañar a Cristina a Comodoro Py, movilización que promete ser importante y que, es de desear, pueda realizarse sin incidentes.
Milei contrarreloj
El presidente Javier Milei regresó al país tras finalizar su gira internacional más extensa, y se dispone a apurar la firma de una serie de decretos que vencerán el próximo 8 de julio. Estas medidas, que incluirán recortes, cierres de organismos y reformas estructurales, serán consideradas fundamentales por el Gobierno antes del recambio legislativo. En la Casa Rosada, las expectativas políticas se centrarán en el calendario, ya que restarán menos de cuatro semanas para que expiren las facultades delegadas que otorga la Ley Bases. El Poder Ejecutivo requerirá la rúbrica presidencial para concretar una batería de decretos antes de la fecha límite. Fuentes oficiales confirmaron que, al menos, trece decretos ya se encontrarán redactados y listos para su promulgación. Estas normativas abordarán la reducción del gasto público, el cierre de diversos organismos estatales y una profunda centralización de las funciones gubernamentales. La urgencia en su implementación responderá a la inminente finalización de las atribuciones extraordinarias que el presidente obtuvo con la sanción de la Ley Bases en 2024, las cuales le permitirán eludir el proceso legislativo en ciertas áreas. Entre las medidas más destacadas, se encontrará la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Esta reforma podría implicar despidos de personal, la venta de inmuebles y una transformación integral de su gobernanza. Asimismo, otros organismos bajo revisión serán el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). También se encontrará en la mira el Instituto Nacional del Cáncer, cuya desregulación aún no será reglamentada, pese a que su anuncio se realizó meses atrás.
El Esquiú.com