Pasadas las 21 horas, el veedor declaró inválida la asamblea de la Mutual de los Empleados Municipales y del Concejo Deliberante. La reunión debía iniciar a las 20, pero se demoró por más de una hora, con ingreso lento, control policial y exigencia de DNI a cada afiliado.
El clima fue tenso desde el inicio: muchos empleados quedaron afuera, hubo requisas y gritos contra la presidenta Inés Visñovezky, que integra la lista oficialista como tesorera. “¡Que se vaya!”.
La oposición denunció falta de garantías y sostuvo que todo fue una maniobra para sostener el control de la mutual. El proceso ya había sido cuestionado por falta de transparencia. Con la anulación, el futuro institucional queda en suspenso.