lunes, 22 de diciembre de 2025 16:00
El 18 de diciembre, el estadio Monumental vibraba como una sola voz durante el show de Airbag, hasta que una imagen inesperada cortó de golpe el clima de euforia. En pleno recital, Guido Sardelli quedó tendido en el piso tras una caída que generó un silencio absoluto. El impacto fue tan fuerte que el sonido se interrumpió por segundos y la preocupación se apoderó de todo River.
La secuencia ocurrió mientras la banda desplegaba toda su potencia arriba del escenario. Fiel a su estilo explosivo, Guido Sardelli se movía sin medir consecuencias, buscando llevar la intensidad al máximo. Sin embargo, un salto mal calculado y un paso en falso provocaron un golpe seco contra el escenario que transformó la adrenalina en tensión.
Durante esos instantes, la confusión fue total entre los músicos, el público y el equipo técnico. Nadie sabía con certeza cuál era el estado del cantante de Airbag. Las miradas se cruzaban y el estadio entero contuvo la respiración hasta que, con ayuda de sus hermanos y compañeros, Guido logró incorporarse.
Aunque visiblemente dolorido, Guido Sardelli tomó una decisión que desató una ovación inmediata: seguir con el show. Con una sonrisa forzada y el cuerpo rígido, dejó en claro que no pensaba bajarse del escenario. Su actitud fue leída como un gesto de compromiso absoluto con la banda y con los miles de fans presentes.
En medio de los gritos, el cantante habló sentado y lanzó una frase que rápidamente se volvió viral. Reconoció que estaba esguinzado, pero aseguró que estaba viviendo “la mejor noche” de su vida. El público respondió con saltos, aplausos y una energía que sostuvo el recital hasta el final.
El accidente se dio en una fecha clave para Airbag, que atraviesa uno de los picos más altos de su carrera. Con cinco River anunciados para 2025, cuatro de ellos agotados, la banda utilizó el Monumental para adelantar canciones de El Club de la Pelea II, su próximo disco.
Desde ese momento, el recital dejó de ser uno más. Se transformó en una muestra de entrega y resistencia. Guido Sardelli cantó con dolor, el estadio acompañó con una ovación constante y la noche quedó marcada como una de las más intensas en la historia reciente del rock nacional.
Horas después, el músico cerró la jornada con un mensaje en redes sociales donde agradeció a sus hermanos, a la banda y al público. Así, quedó sellada una escena inolvidable: la noche en la que Airbag, Guido Sardelli y el rock demostraron que incluso después de caer, siempre se puede volver a levantar.