La conmemoración del 23 de agosto también nos recuerda a San Zaqueo, un personaje bíblico cuya historia es un ejemplo de conversión y arrepentimiento. Zaqueo era un jefe de publicanos en la ciudad de Jericó, y su profesión lo había hecho rico, pero también lo había hecho impopular y corrupto. Era un hombre de baja estatura, y cuando Jesús pasó por la ciudad, Zaqueo se subió a un árbol para poder verlo entre la multitud.
El Encuentro que Cambió una Vida
Jesús, al ver a Zaqueo, le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa». Este encuentro transformó la vida de Zaqueo. Arrepentido de sus pecados, Zaqueo prometió devolver a los que había defraudado cuatro veces más de lo que les había robado. Jesús, al ver su arrepentimiento, le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa».
El Legado de la Conversión
San Zaqueo es un modelo de conversión y arrepentimiento. Su historia es un recordatorio de que la misericordia de Dios es infinita y que, a pesar de nuestros pecados, la salvación es posible para todos. Su figura nos enseña que el encuentro con Cristo puede cambiar nuestros corazones y nuestras vidas para siempre.
Oración
Oh, Dios, que en San Zaqueo nos has dado un ejemplo de conversión y de arrepentimiento, te pedimos que, por su intercesión, nos concedas la gracia de reconocer nuestros pecados y de buscar en ti la salvación. Amén.
Este artículo forma parte de nuestro especial ‘Fe y Devoción en Agosto’. Descubri la guía completa del santoral del mes haciendo clic aquí.