Historias que nacen en los caminos del norte

Compartir:

lunes, 4 de agosto de 2025 01:07

Viajar puede ser una forma de huida o de búsqueda. Para Deborah Ruiz, periodista y viajera apasionada, Catamarca fue ambas cosas. Impulsada por la curiosidad y por un momento personal de quiebre llegó a la provincia sin itinerario armado, con su hija como compañera de ruta y la necesidad de recomponerse como motor interno. Allí encontró no solo paisajes deslumbrantes, sino también hospitalidad, calma, historias humanas y una profunda conexión emocional con la tierra. Con una mirada entrenada tanto por la vida como por el oficio de contar, en esta entrevista comparte sus impresiones sobre el potencial turístico de Catamarca, lo que la diferencia de otras provincias del norte argentino, los rincones que más la impactaron y las oportunidades aún por explorar.

PV: ¿Qué te motivó a visitar Catamarca por primera vez?
Deborah: La motivación fue una mezcla de curiosidad y necesidad personal. Un amigo motoquero me mostró fotos increíbles de paisajes catamarqueños y no entendía cómo esa provincia no aparecía en los paquetes de viaje que ofrecían las agencias en Buenos Aires allá por 2019. Justo estaba atravesando una etapa difícil: me había divorciado y necesitaba cambiar de aire, recomponerme. Quería probarme a mí misma que podía seguir adelante, incluso sola. Así que me lancé y armé el viaje por mi cuenta. Me llevé a mi hija, que tenía nueve años en ese momento. Fue una experiencia transformadora desde el principio.

PV: ¿Qué tipo de turismo te interesa más? ¿Cultural, de naturaleza, aventura o gastronómico? 
Deborah: Me interesan todos. Vengo viajando desde muy chica: primero en familia, después como mochilera, más adelante viví en el extranjero y cuando volví seguí recorriendo el país. El turismo cultural me encanta, aunque ya no hago tanta aventura como antes porque no estoy en mi mejor estado físico. Amo la naturaleza, disfruto mucho los paisajes. Con la gastronomía me llevo bien, aunque soy bastante sencilla para comer; sin embargo, he cubierto festivales gastronómicos y los disfruto muchísimo. El termalismo también me interesa y suelo buscar opciones de relax. Además, me gusta mucho el turismo religioso: visitar iglesias, templos, conocer la historia espiritual de cada lugar.

PV: Desde tu mirada como periodista, ¿qué aspectos de Catamarca te parecieron más interesantes para contar?
Deborah: Catamarca tiene algo muy valioso que no siempre se valora: la hospitalidad. La gente es cálida, servicial, genuina. Eso, como periodista, es algo que me impulsa a contar. Además, es una provincia con una diversidad paisajística impresionante: tiene diques, volcanes, salares, las dunas más altas del mundo, la Virgen más alta, el Campo de Piedra Pómez  que es único a nivel mundial , termas, rutas escénicas… Y todo eso acompañado por una gastronomía que tiene identidad: me gusta mucho el jigote, las nueces, los vinos pateros.
.
PV:¿Qué lugares de la provincia recorriste y cuál te impactó más?
Deborah: Muchísimos. Te hago una lista: San Fernando del Valle, Dique El Jumeal, El Rodeo (con su Cristo y la Virgen), Minas Capillitas, Ambato, Balcozna, Paclín, Los Varela, Las Juntas, Fiambalá con sus termas, Belén donde entrevisté a las Arañitas Hilanderas y a Don Antonio, Londres (Shincal), Saujil con la Duna Mágica, el Cristo de Medanitos, Dunas de Tatón, los Castillos de Villa Vil (donde contraté un guía solo para mí), Tinogasta con su Ruta del Adobe, Aimogasta, El Portezuelo, los túneles de La Merced, La Puerta, El Durazno, El Peñón, los salares de Antofalla y del Hombre Muerto, las dunas de Randolfo, el volcán Carachi, Laguna Blanca, y por supuesto, el Campo de Piedra Pómez. Cada lugar me dejó algo, pero la zona de la Puna tiene una energía muy especial. Es imponente.

PV: ¿Cómo comparás la oferta turística de Catamarca con otras provincias del norte argentino?
Deborah: Tiene muchísimo por mostrar. Su potencial turístico es enorme, pero todavía le falta desarrollo en algunos aspectos. La infraestructura no siempre acompaña, y las distancias pueden ser un obstáculo para quienes viajan pocos días. Se necesitan más alojamientos, más opciones gastronómicas en ciertos lugares clave, como Fiambalá o Londres. Aun así, tiene una autenticidad que otras provincias han perdido un poco.

PV: ¿Intercambiaste experiencias con la comunidad local?
Deborah:Sí, siempre. Me gusta conversar con la gente del lugar, escuchar historias, compartir momentos. He participado en ferias, peñas, muestras de arte como Catarsis en Belén. También, junto a una docente que se mudaba a Belén, hicimos donaciones de ropa y libros en Peñas Negras. Esas experiencias enriquecen mucho más que cualquier excursión.

PV: ¿Qué tiene Catamarca para ofrecer que todavía no se conoce lo suficiente?
Deborah: Muchísimo. La Puna, los salares, las dunas, Piedra Pómez…sí se están mostrando más en redes. Pero hay lugares hermosos que no aparecen en los posteos: la Cuesta de Singuil, Paclín, Los Ángeles. Incluso sitios cercanos a la capital que valen la pena y están subestimados.

PV: ¿Cómo evalúas la promoción turística de la provincia?
Deborah: Tuve una experiencia muy positiva con el personal de turismo en mi primer viaje. Me atendieron dos chicas que sabían muchísimo: Sol y Luciana Maldonado. Me ubicaron en el mapa, me ayudaron a planificar en función del tiempo que tenía y mis intereses. Eso es clave: contar con personal capacitado que te oriente. Hay que seguir fortaleciendo ese recurso humano.

PV: ¿Qué puntos considerás que faltan mejorar para atraer más visitantes?
Deborah:Como dije antes, faltan lugares donde comer y hospedarse en ciertos destinos turísticos. Los hoteles podrían ofrecer menús fijos, por ejemplo. En cuanto a conectividad, han mejorado con el Wi-Fi, pero el transporte público entre pueblos es escaso y con pocas frecuencias. Y respecto a la visibilidad, si bien las redes sociales ayudan, es importante que la promoción venga también de personas capacitadas. No todo se puede improvisar: se necesitan guías, información clara sobre rutas, tiempos, alturas y condiciones del terreno.

PV: ¿Volverías a Catamarca? ¿Te quedó algo pendiente?
Deborah: Siempre quiero volver. Catamarca me ha dado momentos de calma, felicidad, amistades… incluso amores. Sé que aún me quedan muchos caminos por recorrer allí.

Reflexión
Cuiden este diamante en bruto. Acompañen a los emprendedores locales, que apoyen el desarrollo con sentido. Capaciten a los guías, a los estudiantes de turismo, y que se promueva el respeto por el patrimonio natural. También creo que hay que regular mejor los servicios turísticos en zonas sensibles como la Ruta de los Seismiles o Piedra Pómez. Y que quien dañe el entorno, lo pague con una sanción.
 

También puede interesarte