El Gobierno nacional puso en marcha el proceso de privatización de Energía Argentina Sociedad Anónima (ENARSA) mediante la venta del paquete accionario de CITELEC S.A. La operación fue oficializada a través de la Resolución 1050/2025, publicada este viernes en el Boletín Oficial. La medida forma parte de una estrategia más amplia de reestructuración del sector energético, aunque no incluye preferencias ni programas de propiedad participada para los empleados.
Citelec, con el 52,4% de las acciones, es la empresa controlante de Transener S.A., encargada del transporte de energía en alta tensión en el país. Además, posee participaciones minoritarias en otras firmas del sector, como TRANSBA S.A., operadora de la red troncal de la Provincia de Buenos Aires. La venta se realizará mediante un concurso público de alcance nacional e internacional, en línea con los requisitos de transparencia exigidos por la normativa vigente. El plazo establecido para concretar la operación es de ocho meses, bajo la supervisión de la Unidad Ejecutora del Ministerio de Economía. El proceso busca atraer capitales privados para modernizar la infraestructura eléctrica, aunque genera expectativas y debates sobre el impacto en el mercado energético local. La resolución no especifica si se mantendrán mecanismos de control estatal sobre las empresas involucradas.
Antecedente
Ya en abril, a través del Decreto 286/2035, el Gobierno había dado un paso importante hacia la privatización total de ENARSA, que se llevaría a cabo mediante la separación de las actividades y bienes de cada una de sus unidades de negocio. Como primera etapa, se autorizaba la venta del 100% de las acciones de ENARSA en CITELEC S.A., empresa controlante de Transener, responsable de la transmisión eléctrica en todo el país. Esta operación se realizará mediante concurso público nacional e internacional. Dicha instancia es la que instrumenta la resolución publicada este viernes.
El Gobierno de ultraderecha justifica su decisión diciendo que “ENARSA requirió transferencias millonarias del Tesoro para sostener una estructura que no logró resultados eficientes ni en calidad de servicio ni en administración”. Con la privatización de ENARSA se busca, según el decreto oficial, “ordenar el funcionamiento del Estado y permitir que el sector privado, con capacidad de inversión y experiencia, asuma la gestión de actividades clave como la transmisión eléctrica. La medida busca mejorar el servicio, fomentar la competencia y garantizar precios reales y sostenibles para todos los argentinos. El sector privado no solo puede hacerlo mejor, sino que además es el motor natural de la inversión, el empleo y la innovación”.