Imprevisión que se paga caro

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Editorial

La escasez de gas en estos días de frío polar en Argentina tiene un costo para el Gobierno nacional, no solamente por el faltante en sí, que afectó a hogares, estaciones de servicio, comercios y fábricas y hasta la exportación de gas a Chile, sino también porque contradice la predicción formulada por el presidente Javier Milei hace casi un año. «Nunca volverá a haber faltante de gas en Argentina. Alcanzará en demasía para nuestro país y para exportar”, había dicho el primer mandatario libertario. Más allá de las condiciones climáticas adversas e inusuales en estos días, el faltante de gas obedeció a imprevisiones del Gobierno nacional. Como consecuencia de la casi paralización de la obra pública vigente desde diciembre de 2023, en el gasoducto Reversión Norte faltan completar cuatro plantas compresoras pese a que el Gobierno las recibió de la gestión anterior con financiamiento asegurado.

Para compensar, CAMMESA se vio obligada a reemplazar parte del gas por combustibles líquidos en las centrales térmicas, que incrementó notablemente los costos en la generación de electricidad, y además hubo mayores gastos por la contratación de más barcos de GNL, incluso que el año pasado. La ciudad más afectada de todas es Mar del Plata. Si bien es cierto que el consumo se disparó por el frío, también lo es que en esa ciudad portuaria no hay gas porque el gobierno de Milei frenó la construcción de la Planta Compresora Las Armas, según denunciaron en el Concejo Deliberante de esa ciudad. La obra tiene el 80% de avance, pero fue paralizada cuando solo faltan dos meses para finalizar.

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La ola polar puso en evidencia la fragilidad del sistema de abastecimiento de gas por el abandono de obras públicas y por la desinversión pese al formidable incremento de las tarifas. La ola polar puso en evidencia la fragilidad del sistema de abastecimiento de gas por el abandono de obras públicas y por la desinversión pese al formidable incremento de las tarifas.

Resulta paradójico, además, que la falta de gas escale cuando han subido las tarifas de gas natural muy por encima de la inflación, con cuya recaudación se iban a realizar inversiones destinadas a superar las restricciones. Desde que asumió Javier Milei, las tarifas se incrementaron un 1.482%, según los cálculos realizado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP a cargo de la UBA-Conicet. El estudio indica que con la última actualización tarifaria, la factura promedio de gas en el país ya ronda los $ 50.000 en junio, con zonas donde supera los $100.000 para los distintos usuarios, mientras que en diciembre de 2023 el valor promedio no superaba los $ 5.000 en ningún segmento y el máximo ascendía a $ 10.574.

Si bien con la llegada de temperaturas más altas en todo el país la situación tiende a normalizarse, la ola polar puso en evidencia la fragilidad del sistema de abastecimiento de gas por el abandono de obras públicas imprescindibles y por la desinversión pese al formidable incremento de las tarifas registrado en el último año y medio. Es de esperar que la zozobra que generó la crisis coyuntural sea argumento suficiente para que las autoridades nacionales comprendan la importancia estratégica de la obra pública, no solo en materia energética sino en función del desarrollo estratégico de la Argentina.

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