Estufa, panel, split o caloventor: qué sistema consume menos energía para calentar la casa

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El frío llegó para quedarse y, con él, un constante dilema en cada hogar argentino: ¿cuál es el sistema de calefacción más eficiente y económico? Tras los aumentos de tarifas en el gas y la electricidad, junto a las nuevas restricciones para acceder a subsidios, elegir bien cómo calefaccionar puede representar un gran ahorro mensual.

En este escenario, paneles, caloventores, aires acondicionados split frío/calor y estufas irrumpen en la escena invernal con sus ventajas y desventajas, sin dejar de lado la eficiencia energética y, en muchos casos, la sostenibilidad ambiental.

Split: eficiente, si es inverter

Gentle Cool de TCL cuenta con la función Deshumificador.

Los aires acondicionados frío/calor se volvieron cada vez más comunes porque pueden cumplir una doble función durante el año. Los modelos que utilizan tecnología inverter son los más recomendados, ya que regulan mejor el uso de energía y permiten reducir hasta un 40% el consumo eléctrico respecto a los equipos tradicionales.

Un equipo de 2600 frigorías tiene un consumo promedio mensual de 75 kilowatts/hora (kWh). Su eficiencia energética es alta, especialmente si cuenta con etiqueta de clase A (verde), y se recomienda mantenerlo seteado en 20 grados para evitar un consumo excesivo.

Cuanto más se eleva la temperatura, más energía se requiere: se estima que por cada grado que se sube el termostato, la demanda energética crece entre un 7 y un 9%.

Hay otras opciones en versiones de 3200W, 5300W y 6700W, como la nueva línea Gentle Cool de TCL, que permite alcanzar una temperatura estable con hasta un 65% de ahorro en consumo eléctrico en comparación con equipos de compresor fijo.

El modelo LG Dual Inverter evita picos de arranque y tiene un costo bajo de consumo eléctrico..

Otra opción destacada es el LG Dual Inverter – ArtCool de 3500W, un equipo de gama alta con tecnología Dual Inverter que regula la velocidad y fuerza del motor evitando picos de arranque, manteniendo una temperatura constante y usando solo la energía necesaria. Su compresor de doble rotor permite un funcionamiento más estable y silencioso, incluso con picos de tensión.

El sistema incluye filtros de protección que eliminan polvo, pelos de mascotas, bacterias y olores en solo 60 minutos, gracias a un ionizador integrado. También cuenta con función de autolimpieza, modo confort nocturno, y Smart ThinQ, que permite controlar el equipo a distancia desde un smartphone, ajustar la temperatura, realizar diagnósticos y gestionar el mantenimiento de los filtros.

Estos equipos están preparados para enfrentar condiciones eléctricas adversas, con placas de circuito reforzadas que toleran bajas de hasta 115V y picos de hasta 330V, asegurando un funcionamiento seguro y prolongado. El consumo es de 0,975 kilovatios por hora, lo que representa un gasto aproximado de $99 para producir unas 3.000 Kcal/h.

Si bien requiere instalación profesional, su gran ventaja es que sirve tanto para calefaccionar en invierno como para refrigerar en verano, lo que convierte esa inversión inicial en un sistema térmico de todo el año. Esto no solo simplifica, sino que también optimiza la inversión inicial al contar con un único sistema para regular la temperatura del hogar durante todo el año.

El precio de estos equipos se consiguen a partir de los $500.000 o hasta $1.250.000, dependiendo de su potencia y tecnología.

Panel calefactor eléctrico: bajo consumo y sin instalación

Es una de las opciones más económicas.

Los paneles eléctricos son una de las alternativas más sustentables y de menor gasto. No tienen ventilador, por lo que calientan por convección natural. Consumen apenas 0,6 kWh por hora, lo que los convierte en una de las opciones más económicas. En comparación, consumen tres veces menos que un caloventor y casi la mitad que un aire acondicionado en modo calor.

Además, no requieren instalación compleja: pueden colgarse o utilizarse apoyados. Algunos modelos incluso permiten controlarse desde el celular vía wifi. Su eficiencia es alta y su funcionamiento silencioso, lo que los hace ideales para dormitorios o espacios medianos bien aislados.

El precio de los paneles calefactores arranca en los $150.000 a 300.000 pesos y puede significar un ahorro de hasta el 70% en la factura de luz si se los utiliza de forma eficiente. Lo comercializan marcas como Atma, Liliana, Peabody y EcoSol, entre las más importantes.

Caloventor: el más barato, pero el que más gasta

Foto: Liliana

El caloventor es uno de los aparatos más populares por su precio accesible, su portabilidad y su facilidad de uso. Sin embargo, también es el que más consume: su gasto ronda entre los 1500 y 2000 watts por hora (es decir, de 1,5 a 2 kWh), lo que se traduce en una factura elevada si se lo usa de forma prolongada.

Su principal ventaja es que calienta rápido y puede ser útil para espacios pequeños o para situaciones puntuales, como en el baño, antes de una ducha. Pero no es recomendable dejarlo encendido muchas horas ni usarlo como sistema principal de calefacción.

El precio promedio arranca en los $50.000, lo que lo convierte en una opción tentadora para el corto plazo, aunque costosa si se lo utiliza con frecuencia. En su mayoría tienen una potencia mínima de 1000w y máxima de 2000w, por lo que se estima que pueden consumir entre 1 a 2kWh por hora de uso continuo.

Convector

El convector inverter Neoheat es apto para exteriores y ofrece un funcionamiento silencioso.

A diferencia del caloventor, el convector eléctrico es un equipo que posee resistencias internas que alcanzan temperatura cuando el equipo se conecta a la corriente.

No posee un ventilador para propagar el calor, sino que el aire pasa por las resistencias, sale por las rejillas de forma natural y por su sistema de radiación genera un calor que permite calefaccionar una habitación o ambiente pequeño.

Al contar con un termostato para seleccionar la temperatura deseada, puede consumir alrededor de 1.000 o 2.000 watts, en función de la necesidad que registre el sensor

En el mercado hay opciones que cuentan con control digital por Wifi y panel táctil, como el NEOHEAT de Liliana, lo que permite una experiencia totalmente personalizada. Posee tres modos inteligentes —Confort, ECO y Antifrost— que se ajustan automáticamente según la temperatura ambiente, y funciones avanzadas como programación semanal desde la app, detección de ventana abierta y bloqueo para niños.

Estufas eléctricas y a pellet: versatilidad, pero alto consumo

Estufas a pellets. Una opción costosa, pero que tiene gran capacidad para calefaccionar ambientes grandes.

Dentro de este popular segmento incluyen una amplia variedad de modelos: halógenas, de cuarzo, cerámicas o las más modernas con turbina tangencial. En general, consumen entre 800 y 2000 watts por hora y tienen una eficiencia media.

Su ventaja principal es la versatilidad y la incorporación de tecnología que ayuda a optimizar su uso, como termostatos automáticos, temporizadores (timer) o el sistema Autohot, que permite programar encendidos y apagados para reducir el consumo.

Estufa eléctrica, las más populares por su bajo precio.

El precio promedio arranca en los $45.000 y algunos modelos, como los calefactores tipo torre con efecto visual de leños encendidos, también suman una propuesta estética para el hogar.

Además, existen versiones pensadas para exteriores, como balcones o patios, que incorporan resistencia al agua y al polvo (IP34), control remoto, display LED y distintas opciones de montaje en pared o techo.

Otra opción creciente dentro de este segmento son las estufas electrónicas a pellets de madera. Estos productos —biocombustibles sólidos obtenidos de residuos forestales procesados— son la principal fuente de energía, y funcionan por convección de aire caliente a través de rejillas especialmente dispuestas.

En este caso, el sistema es controlado por una plaqueta electrónica que regula motores y la combustión para alcanzar rápidamente la temperatura deseada.

Los fabricantes aseguran que el consumo eléctrico suele ser muy bajo, aunque depende del modelo. Hay modelos de apenas 100 watts, y su consumo de pellets varía entre 0,4 y 1,2 kg por hora. Tienen una capacidad de depósito de 14 kg, lo que les brinda una autonomía prolongada. En tanto, su potencia térmica alcanza los 9500 kcal/h, suficiente para calefaccionar espacios de hasta 110 metros cuadrados.

A diferencia de las más comunes y 100% eléctricas, su precio suele superar el millón de pesos.

Seguridad eléctrica: claves para evitar riesgos en el hogar

Desde la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) advierten que lo más importante al incorporar equipos eléctricos en el hogar es verificar con un profesional el estado de las instalaciones. Una infraestructura deficiente puede generar sobrecargas, cortes de energía e incluso incendios.

Según datos de la Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica (APSE), el 40% de los incendios domiciliarios se deben a fallas eléctricas, y el 14% de las muertes por accidentes domésticos están relacionadas con problemas de electricidad. En muchos casos, la causa está en instalaciones obsoletas o en el uso de productos no autorizados ni certificados.

Los especialistas de CADIEEL recomiendan, entre otras cosas, evitar el uso de zapatillas o prolongadores múltiples para conectar estufas, salvo que sean productos certificados con limitador de corriente y adquirir materiales eléctricos solo en comercios especializados.

En caso de un funcionamiento anormal de un aparato, hay que interrumpir de inmediato su uso y consultar con un técnico.

Por otro lado, la instalación eléctrica debe tener los cables bien aislados y en buen estado. En este sentido, no enchufar más de un equipo de alto consumo en el mismo tomacorriente puede hacer la diferencia.

Si ocurre un incendio causado por una falla eléctrica, no se debe intentar apagarlo con agua. En su lugar, es fundamental utilizar un matafuegos de clase ABC o C y, si es posible, cortar la corriente desde el tablero general antes de evacuar el lugar.

SL

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