viernes, 20 de junio de 2025 18:00
Lali Espósito volvió a ocupar el centro de la escena mediática tras su paso por el programa de Verónica Lozano, donde estuvo como invitada para promocionar la nueva temporada de La Voz Argentina. Sin embargo, más allá del show musical, la cantante sorprendió con una confesión inesperada sobre su pasado laboral y su experiencia bajo el ala de Cris Morena, una figura clave en su formación artística.
“Yo arranqué a laburar a los diez años”, comenzó contando Lali Espósito, dejando en claro que el mundo del espectáculo no le resulta ajeno. “Hice más televisión que cualquier otra cosa. Al principio era un juego, pero enseguida me di cuenta de que esto era lo que quería para mi vida”, confesó, recordando cómo la vocación fue tomando forma desde muy chica.
Durante la entrevista, la artista se refirió al exigente ritmo de trabajo en las producciones de Cris Morena, que marcaron a una generación de artistas. “La escuela de Cris era como una universidad. Bailás, cantás, actuás… hacés de todo”, dijo, reconociendo que esa experiencia le dio una base sólida para su carrera profesional.
Sin embargo, detrás de esa formación integral, también había exigencias que, con el tiempo, generaron cierta polémica. “¡Nos tenía cagando!”, lanzó entre risas, sin dejar de mostrar afecto por su ex jefa. “Si llegabas tarde o no te sabías la letra, fuiste. A los quince ya teníamos un nivel de responsabilidad que no era común para chicos de nuestra edad”.
Verónica Lozano intervino en ese momento para remarcar que muchos actores que pasaron por los elencos de Cris Morena suelen compartir esa visión. “Todos los que estuvieron con ella son súper trabajadores”, dijo. Y Lali Espósito lo confirmó: “¡Claro! Éramos como soldados del oficio. Había disciplina”.
Sus declaraciones reavivaron un viejo debate sobre el método de trabajo de Cris Morena, el cual ha sido cuestionado en varias oportunidades por ex integrantes de sus programas, aunque también elogiado por el profesionalismo que generaba.
Lali no esquivó el tema ni intentó suavizar sus palabras. Al contrario, puso en la mesa una reflexión que mezcla cariño, exigencia y una mirada adulta sobre su infancia laboral. Una etapa que, aunque intensa, fue fundamental para convertirla en la artista versátil que es hoy.
Con su estilo frontal, Lali Espósito volvió a demostrar que no tiene problemas en hablar de lo que otros prefieren evitar. Y esta vez, sus palabras resonaron fuerte.