La fiscal de Instrucción N° 7, Paola González Pinto, solicitó que se realice la pericia psicológica y psiquiátrica de Eduardo Rafael Silva, uno de los hombres imputados en la causa por el asesinato de Celeste Judith Moreno, de acuerdo con la información a la que accedió El Ancasti.
Con estas pruebas, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) apunta a conocer –entre otras cuestiones– detalles sobre las características de la psicología del acusado y si comprende o no la criminalidad del acto por el cual está sospechado. La defensa de Silva, por su parte, se opuso a estas medidas que ordenó González Pinto. Se espera que este asunto se resuelva en el Juzgado de Control de Garantías. Además, la fiscal continúa tomando testimonios para la investigación del suceso.
Por el crimen de Moreno, hay cuatro imputados: Eduardo Rafael Silva, Ítalo Yamil Agüero, Miguel Ángel Nieva y Claudio Antonio Argañaraz. Están acusados por el delito de “homicidio doblemente calificado por alevosía y por haber sido cometido contra una mujer mediando violencia de género, en calidad de coautores”.
Actualmente, están detenidos en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, Capayán. González Pinto solicitó la audiencia de prisión preventiva para los cuatro. Con esto, busca que los hombres continúen encarcelados hasta que se realice el juicio. En la audiencia de control de detención, que se hizo a fines de mayo, la fiscal dio detalles de cómo fue asesinada Moreno. De acuerdo con los recientes avances en la investigación, días previos al fatídico 4 de octubre de 2013, Celeste Judith «Chasqui» Moreno se habría apoderado de aproximadamente un kilogramo de «cocaína», que tenía en su poder su expareja, Eduardo Rafael “Cacho” Silva.
La sustancia pertenecería a Claudio Antonio «Loco» Argañaraz. Esta situación habría desencadenado una búsqueda y hostigamiento permanente, con amenazas de daño físico a “Chasqui” Moreno por parte de “Cacho” Silva, quien facilitó la información y ubicación a «Loco» Argañaraz y a Miguel Ángel «Iguana» Nieva. Según se indicó, ese 4 de octubre, entre las 15 y las 18, mediante engaños y aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de “Chasqui” Moreno, por ser mujer y trabajadora sexual, existiendo una clara asimetría, la habrían subido a un automóvil, propiedad de Argañaraz.
Habrían tomado rumbo hacia un sector ubicado por avenida Virgen del Valle Norte, aproximadamente a 200 metros hacia el norte de avenida Terebintos, en una zona de senderos cubiertos con montes y árboles autóctonos. Una vez en el lugar, «Loco» Argañaraz, «Iguana» Nieva, «Cacho» Silva (a) e Ítalo Yamil Agüero habrían agredido a golpes a Moreno. La brutalidad de la golpiza la habrían llevado a un estado de inconsciencia e indefensión absoluta. Uno de los agresores –aún no determinado por la investigación– habría tomado un bretel del corpiño que la víctima vestía para luego utilizarlo como lazo de estrangulamiento. Así se habría asesinado a “Chasqui” Moreno. La autopsia determinó como causa de muerte «asfixia por estrangulamiento a lazo asociada a traumatismos múltiples contusocortantes craneofaciales».
En su alegato, González Pinto remarcó la violencia de género expresada en el modo en que se ejecutó a Celeste Moreno. El crimen estuvo marcado por la vulnerabilidad como mujer pobre y trabajadora sexual. Además, resaltó que hay un claro vínculo entre los imputados.
«Chusmerío»
La defensa de Silva, ejercida por el abogado Pedro Vélez, consideró que es “endeble” el cuadro probatorio que hay en relación con su asistido. Así lo manifestó en la audiencia de control de detención. “Me parece muy endeble el cuadro probatorio. En el caso de mi cliente, es totalmente endeble y contradictorio como para sostener tamaña acusación en su contra. La prueba en contra de mi cliente está basada en el chisme y en el chusmerío”, dijo Vélez.nw