El efecto inmediato de la condena por corrupción a Cristina Kirchner dentro del peronismo fue una suspensión de los enconos intestinos que disimuló el sostenido retroceso político que venía experimentando por la líder desde mucho antes de la sentencia. Esto facilitó las maniobras de sus acólitos tendientes a investir la peripecia de épica resistente y ofrecer una imagen de reorganización de las tribus en torno a los infortunios de la ilustre presa, pero no ha pasado una semana de la reclusión en San José 1111 y ya comenzaron a aparecer disidencias.
Son tímidas todavía, es cierto, pero en cualquier caso marcan el creciente aislamiento de “La Cámpora” como instrumento del cristinismo dentro del ecosistema peronista. Las huestes de Máximo Kirchner se aferran a la figura de Cristina con una desesperación proporcional al rechazo que provocan en el resto de los actores. Es evidente que no tienen más legitimidad que la que emerge de Cristina, demasiado poco en esta instancia para pretender imponerse sobre los gobernadores, intendentes y dirigentes que ralearon amparados por el influjo electoral de su jefa.
CFK siempre renegó del PJ, hasta que el avance de su eclipse la empujó a encumbrarse como presidenta del partido, abortando con operaciones formales la propuesta alternativa que pretendía encabezar el gobernador riojano Ricardo Quintela. Desde allí intentó “camporizar” al peronismo sin más resultado que acentuar la diáspora y relegar al PJ a resultados lamentables en las elecciones que se hicieron hasta ahora.
El desconcierto del peronismo ha contribuido a que los “camporistas” retengan la centralidad hasta ahora, sumado a la inercia del control de los resortes partidarios, pero la movilización a la Plaza de Mayo convocada para hoy parece clausurar la etapa. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó ayer un plenario de su “Movimiento Derecho al Futuro” en el que se decidió participar de la manifestación con una columna diferenciada.
Del encuentro participaron alrededor de 40 intendentes bonaerenses, gremialistas y representantes de organizaciones sociales. La columna del MDF se concentrará en Paseo Colón y San Juan, en la zona del bajo porteño. Ya sin posibilidades de que CFK se presente como candidata a diputada provincial en la Tercera Sección bonaerense, Kicillof se desmarca de “La Cámpora” rumbo a las elecciones provinciales que convocó para el 7 de septiembre.
¿Se animará Máximo Kirchner a reemplazar a su madre en la lista de la tercera sección? Podría ser una gran oportunidad para demostrar sus condiciones de líder y que sus derechos en el sucesorio del cristinismo no se circunscriben al azar genético. Otros que se desmarcaron fueron los gordos de la CGT, con la proverbial eficacia de su pituitaria. La central mantuvo una reunión tensa con los enviados cristinistas y emitió un tibio comunicado de respaldo a la proscripta.
Las dos CTA harán paro, pero la CGT no, aunque dio “libertad de acción”. Trascendió que Moyano pasó algunas facturas y acusó al kirchnerismo de haber sido «siempre egoísta». «Siempre relegaron al peronismo y al movimiento sindical», cruzó a los cristinistas. Indicios de que el duelo por la prisión de CFK no será tan largo como La Cámpora pretende. La tregua se descongela. En el entorno de la conductora caída en desgracia citan a Discépolo: “…cuando manyés que a tu lado se prueban la ropa que vas a dejar”. n