Virgen Niña: caño roto provoca inconvenientes

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miércoles, 17 de diciembre de 2025 01:23

Una situación crítica viven a diario quienes sostienen el comedor “La Fuerza del Corazón”, en el barrio Virgen Niña, donde un caño roto provoca inundaciones constantes, olores nauseabundos y un foco sanitario frente al espacio comunitario.

El problema lleva más de dos meses sin solución, pese a los reiterados reclamos realizados. 

Margarita Pizarro, en diálogo con El Esquiú Play, explicó que primero el agua comenzó a brotar hacia arriba y luego “se comió el suelo”, filtrándose por debajo.

“Venimos hace más de dos meses con este problema, ya reclamamos en varias oportunidades y, con esta pérdida, se junta todo el olor a podrido justo frente del comedor, esa es nuestra preocupación, sumado al dengue porque es agua que se va estancando”, aseguró.

En esa línea, agregó: “Al estar en desnivel las calles, el agua queda estancada en este lugar, nos cansamos de reclamar y nunca vinieron, nunca se acercaron a ver qué pasa con esta pérdida. Nosotros todas las tardes que terminamos en el comedor limpiamos y se vuelve el agua y el olor ya es insoportable, entonces nos preocupa porque vienen niños aquí”. 

El panorama se agrava por la falta de limpieza en la zona. Según contó, el camión recolector pasa de manera irregular y no hay cuadrillas que limpien el sector, lo que hace que la basura arrastrada por el agua quede estancada en la esquina.

“La verdad que con la lluvia que hubo esto se agravó, porque el agua arrastra toda la basura y todo se estanca en la esquina porque no tiene una corrida. El camión recolector pasa a veces, pero no tenemos cuadrillas que nos vengan a limpiar, así que la verdad que esperamos una respuesta urgente, que nos den una solución”, afirmó.

Actualmente, el comedor asiste a unas 300 personas, de las cuales 120 son niños, mientras que el merendero —que funciona de manera separada— recibe a 60 chicos dos veces por semana. 

“Es un riesgo permanente. Entre el agua servida, el olor y el dengue la situación es muy preocupante”, advirtió. 

Pizarro remarcó que, cuando puede, paga de su bolsillo para que limpien la zona, pero aclaró que el problema estructural va a seguir mientras no se intervenga: “Toda el agua termina acá. Se rompe un caño en otro lado y viene todo para este punto”.

Desde el comedor piden una solución urgente para evitar que el problema siga afectando a las familias y, especialmente, a los niños que asisten diariamente.
 

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