sábado, 8 de noviembre de 2025 12:05
La grave crisis de inundaciones que afecta al partido bonaerense de Bragado desde marzo desató duras críticas contra las autoridades locales. La productora agropecuaria Paulina Bordeu acusó al municipio de inacción durante los tres años de sequía, un período que según denunció “hubiera sido ideal para hacer las obras necesarias”.
“Estamos con el agua al cuello”, advirtió Bordeu, quien aseguró que, pese a pagar tasas viales millonarias, no se ejecutaron los trabajos que podrían haber evitado la actual emergencia, que mantiene a varias familias y campos totalmente aislados.
Los productores rurales enviaron una carta documento al municipio y evalúan iniciar una rebelión fiscal como medida de presión. El principal problema es el agua estancada, que destruyó caminos rurales e impide el acceso a las propiedades.
Bordeu explicó: “Tenemos nuestros animales que la están pasando muy mal. El agua estancada levanta bacterias y enfermedades, y esta semana empezaron a morirse algunas vacas”.
En el plano agrícola, la situación también es crítica. “En mi casa no se pudo sembrar absolutamente nada en todo el año”, dijo la productora, quien señaló que el camino a su campo, ubicado a solo 12 kilómetros de la ciudad, “es un río”. Para llegar deben recorrer 50 kilómetros extra, lo que agrava las pérdidas productivas y económicas.
Reclamo por la tasa vial
Bordeu denunció una fuerte desproporción entre los altos costos y la falta de servicios. Para un campo de 500 hectáreas, la tasa vial ronda “entre 5 y 7 millones de pesos por mes”, monto que además tuvo un aumento del 25%, pese a la emergencia.
“El hombre de campo quiere salir adelante”, afirmó, aunque remarcó que la burocracia y las deudas de tasa vial bloquean las cuentas e impiden sacar la producción.
La presión de los productores motivó la primera reacción del intendente, quien “salió por primera vez en un helicóptero a recorrer la zona”.
Falta de planificación y circuito hídrico colapsado
Bordeu advirtió que el problema es estructural y requiere planificación hídrica regional. Explicó que el agua que ingresa a Bragado desde 9 de Julio queda retenida por el terraplén de las vías, que impide su flujo hacia Mechita, además de la obstrucción provocada por una laguna cercana a la ciudad.
“Mientras no se arregle el circuito y no se permita que el agua siga su curso, Bragado va a seguir siendo una gran olla que recibe agua y queda estancada”, concluyó.
