domingo, 5 de octubre de 2025 01:47
El tratamiento del cáncer de mama suele implicar una combinación de cirugía (para extirpar el tumor), radioterapia (para destruir el tejido canceroso), quimioterapia y/o terapia hormonal o dirigida para eliminar las células cancerosas o evitar su crecimiento.
La elección específica de los tratamientos, que también pueden incluir inmunoterapia y cuidados paliativos, depende de la etapa del cáncer, el estado de salud general de la paciente y las características del tumor.
Tipos de tratamiento
Cirugía
Tumorectomía: Extirpación solo del tumor mamario.
Mastectomía: Extirpación total o parcial de la mama, y a menudo, los ganglios linfáticos cercanos.
Reconstrucción mamaria: Puede realizarse en el mismo acto quirúrgico después de una mastectomía para devolver la forma de la mama.
Radioterapia:
Usa radiación de alta energía para destruir células cancerosas y puede usarse después de la cirugía.
Terapias sistémicas (medicamentos que actúan en todo el cuerpo)
Quimioterapia: Medicamentos que destruyen células cancerosas que pueden haberse propagado a otras partes del cuerpo.
Terapia hormonal: Bloquea hormonas que estimulan el crecimiento de ciertos tipos de cáncer de mama.
Terapia dirigida: Medicamentos que atacan cambios específicos en los genes o proteínas de las células cancerosas, como tratamientos anti-HER2 o para mutaciones del gen BRCA.
Inmunoterapia: Fortalece el sistema inmunitario del cuerpo para reconocer y destruir las células cancerosas, siendo útil para tumores triples negativos.
Factores que influyen en el tratamiento
La etapa del cáncer.
La velocidad de diseminación del cáncer.
La respuesta de las células cancerosas a las hormonas.
El estado general de salud y las preferencias de la paciente.
Consideraciones adicionales
Los tratamientos pueden iniciarse antes de la cirugía (quimioterapia o terapia hormonal) para reducir el tamaño del tumor.
La terapia de apoyo y los cuidados paliativos son importantes para mejorar la calidad de vida y tratar las necesidades psicosociales y espirituales de las pacientes.
Es recomendable obtener una segunda opinión de un especialista para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento