jueves, 2 de octubre de 2025 01:46
En febrero de este año, el Gobierno Nacional dio un cuestionable paso en su plan de achicamiento (o destrucción) del Estado, cuando a través de la resolución 150/25, el Ministerio de Economía completó la disolución de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda. Esta medida se encuadró dentro de la etapa denominada “Motosierra 2.0”, que consistía en repasar la “utilidad” de cada área del Estado para discontinuar aquellas que no encuadren en los objetivos que se fijó el propio Gobierno, antes de ceder el manejo de la Economía a Estados Unidos. Según explicó por aquel entonces el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, “la construcción estatal de viviendas es una mala política habitacional”, y proponía que “para resolver el problema de vivienda lo importante es tener una macro ordenada y un Estado pequeño que libere recursos para que crezca el crédito privado a la vivienda”. Claramente eso no sucedió. No llegaron cataratas de privados a ofrecerles créditos para viviendas a los vecinos de El Peñón, Tinogasta ni de ninguna otra parte. Pero no importó demasiado, hace un mes, la motosierra avanzó y Nación eliminó otros 15 programas de vivienda, entre ellos Programa Federal Argentina Construye, Programa Federal Argentina Construye Solidaria, Subprograma Habitar la Emergencia, Plan Nacional de Suelo Urbano y sus subprogramas, Programa Nacional de Reactivación y Terminación de Obras de Vivienda, Infraestructura y Hábitat, Programa Casa Propia – Construir Futuro, Casa Activa; Habitar Comunidad; Casa Propia – Autoconstrucción De Viviendas Participativa Cáritas; Habitar Inclusión, Programa de Planificación y Ordenamiento Territorial, Programa Reconstruir, Plan Argentina Hace, etc. Todo ello sumado al recorte de recursos a Provincias y paralización total de la obra pública.
En ese contexto dramático, el Gobierno de Catamarca aceleró con su Plan Integral de Vivienda, que en lo que va del año 2025 superó los 1.200 hogares y mejoramientos habitacionales entregados y distribuidos en Huillapima, Pomán, Fiambalá, Capital, Valle Viejo, Belén, Tinogasta, Antofagasta de la Sierra y Santa María. De esta manera, la política habitacional del Gobierno llega a lo largo y ancho de la provincia, adaptándose a las diferentes realidades locales. Además, el Ministerio de la Vivienda y Urbanización avanzó en otros programas complementarios, como la adjudicación de 250 lotes para autoconstrucción en Los Plateados y la construcción de 152 dúplex en Valle Chico, ampliando las oportunidades de acceso a la casa propia para más catamarqueños. El resultado de estos trabajos, comprendidos entre enero y septiembre de 2025, cambiaron la vida de al menos 5.000 catamarqueños que tienen un techo propio. Eso es, en el plano práctico y no teórico, el Estado presente, la justicia social, la contención y el progreso que los mercados no ofrecerán jamás. Porque, como decía Lula Da Silva, el Estado debe obrar con ojos de madre: “la madre ama a todos sus hijos por igual, pero atiende primero a quienes más lo necesitan”. Poder hacerlo cuando Casa Rosada suelta la mano, representa una verdadera hazaña-
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