viernes, 26 de septiembre de 2025 12:12
Las licenciadas en Psicología Hilen Páez Flores y Florencia Quiroga, del Instituto Oscar Masotta Delegación Catamarca, participaron del ciclo de charlas quincenal que se realiza en La Mañana de El Esquiú, programa emitido por Radio El Esquiú 95.3 en conjunto con el Colegio de Psicólogos, donde reflexionaron sobre los desafíos actuales de la adolescencia.
Páez Flores explicó que desde el psicoanálisis se diferencia entre pubertad y adolescencia: “Desde el psicoanálisis de lo que se habla es de la pubertad, momento biológico de irrupción de cambios en el cuerpo, y que el concepto de adolescencia en sí mismo es un concepto más ligado a lo social, a lo antropológico, que tiene que ver con una construcción y que, por supuesto, está más ligada a las épocas. No son lo mismo las adolescencias de 1900 y las adolescencias hoy».
Las especialistas señalaron: “Nos gusta decir ‘adolescencias’ en término plural”. “Lo que podemos situar es que hoy se sufre de lo mismo que se disfruta al mismo tiempo y lo que ha cambiado es lo ligado al exceso sin fin”, dijo Paez Flores, al describir una tendencia al disfrute sin límite y la dificultad de detenerse a reflexionar.
Quiroga añadió que los adolescentes expresan síntomas propios de este tiempo: “Nos gusta decir que los adolescentes nos marcan un poco la temperatura de la civilización que vivimos”. También advirtió que la pérdida de diferencias generacionales afecta la construcción de la autoridad adulta: “Somos todos parecidos, los cuerpos, las edades, no hay tanta diferencia a veces”.
En este sentido, profundizó: “Hoy se plantea al sujeto como consumidor y, en realidad, creemos que consumimos y a veces somos consumidos. Eso uno lo escucha mucho en esto de la homogeneidad que decía Hilen, de la igualdad y de la imposibilidad de ponerse el adulto por ahí en otro lugar, un poquito, un poquito en otro lugar, porque no se trata ni de autoritarismo, pero no, se recurre y todo sabe la ciencia”. Al respecto, diferenció: “Antes el joven se dirigía al adulto y el adulto, ‘bueno, a ver, pará, busquemos el diccionario, veamos tal cosa’ o ‘mi abuelo me contó que en ese tiempo tal’, y hoy es el padre conectado en la computadora con el celular, ‘a ver, busca en Google’.
Finalmente, las psicólogas destacaron que, a pesar de esta sobreinformación que hoy existe, muchos adolescentes necesitan y buscan un espacio para hablar. “Tal vez efecto de la época, que no hay tantos lugares donde hablar, porque los lazos están más situados por lo virtual”, señalaron.