Aves en Catamarca: una investigación muestra su adaptación en zonas urbanas

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Jenifer Ontivero es catamarqueña y presentó su tesis de grado en la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de Catamarca. El trabajo, titulado “Diversidad de avifauna en tres espacios urbanos diferentes de San Fernando del Valle de Catamarca y su relación con la actividad antrópica”, analiza cómo se comportan distintas especies en relación con la presencia humana.

El estudio se realizó en tres puntos estratégicos: el Parque Adán Quiroga, la Plaza Huayra Tawa y el Cementerio Fray Mamerto Esquiú, con observaciones semanales entre noviembre de 2021 y abril de 2022. Allí se identificaron 25 especies de aves, entre ellas benteveos, horneros, gorriones, picaflores y torcazas. El proyecto se realizó desarrolló bajo la dirección del Dr. Luis Noel Dulout.

El cementerio Fray Mamerto Esquiú, analizado en la investigación, alberga aves como el Benteveo, el Gorrión y el Picaflor de barbijo, además de árboles como Ciprés Funerario, Bracho y Rosa China.

Lo que sorprende al observar lo cotidiano

“Yo sabía que quería estudiar animales y el impacto de la sociedad en ellos, pero me costaba definir el tema. Terminé eligiendo a las aves porque son animales muy comunes en la relación con los seres humanos”, explicó Ontivero en diálogo con Inforama.

La investigadora contó que eligió el cementerio por considerarlo un espacio tranquilo, el parque por ser el pulmón verde más grande de la ciudad y la plaza por su particular riqueza de flora nativa. “La Plaza de las 920 viviendas tiene muchísima flora nativa y eso genera una fauna muy linda; encontrar tanta diversidad ahí te vuela la cabeza”, detalló.

Picaflor de barbijo y Jilguero: dos especies registradas en la plaza Huayra Tawa

Uno de los resultados que más llamó la atención fue que la actividad humana no siempre influye de manera negativa en las aves. En algunos casos, la presencia de personas y el movimiento urbano proveen alimento o refugio. Sin embargo, la presencia de flora autóctona resultó determinante: especies como la brea o el jacarandá son determinantes para la nidificación y para conectar con corredores ecológicos hacia el Dique El Jumeal.

“Pensaba que el cementerio iba a ser el lugar con más diversidad, por lo tranquilo que es, y no fue así. La Plaza Huayra Tawa, pese a estar en plena avenida, tuvo una fauna muy rica gracias a su vegetación nativa”, reflexionó Ontivero.

La plaza Huayra Tawa, con árboles autóctonos como Brea, Lapacho y Jacarandá, ofrece refugio y alimento a aves.

Aunque hoy la egresada no se dedica directamente a la investigación, sostiene que su trabajo abre el camino a nuevas preguntas. “Mi tesis me dejó con muchísimas ideas para futuras investigaciones. Yo lo encaré de manera general, y eso permitió abrir puertas a otros estudios posibles”, aseguró.

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