domingo, 14 de septiembre de 2025 16:00
El regreso de Ángel De Brito a la conducción de LAM no pasó inadvertido. Tras unas semanas de vacaciones, el periodista volvió con toda la artillería y puso sobre la mesa una de las separaciones más comentadas del año: la de Nicolás Vázquez y Gimena Accardi.
Lo primero que hizo fue derribar la versión que circulaba con fuerza: que Gimena habría tenido un affaire con un “random”, alguien sin peso en el ambiente. De Brito fue categórico: “Quiero dejar claro que el random nunca existió”, disparó ante la atenta mirada de las panelistas.
En ese marco, volvió a sonar el nombre de Andrés Gil, actor y pareja de Cande Vetrano, luego de que en los pasillos se hablara de su cercanía con Accardi. El conductor no lo confirmó abiertamente, pero deslizó datos que encendieron la sospecha. “No fue con el del avión, ni con Agus Franzoni. Es alguien bien conocido. No es random. No es muy famoso. Mitad de tabla para abajo”, aseguró.
La mesa de angelitas no tardó en sumarse con preguntas directas. Mariana Brey lanzó: “¿Comparte rubro de actuación? ¿Lo podemos ver en el teatro o en el cine?”. A lo que Ángel contestó sin titubeos: “Sí, comparte rubro”.
Marcela Feudale indagó un poco más y consultó: “¿A Nico le preocupó porque tienen un vínculo?”. La respuesta de De Brito fue igual de concreta: “Sí”. Mientras que Matilda Blanco no dejó pasar el dato sobre su situación sentimental: “¿Él está comprometido también?”. De Brito cerró con contundencia: “Sí. Yo ya conté que él era casado”.
En tono irónico, el conductor remató: “Ah, ¿tenemos nota con Cande Vetrano? ¿Por qué lo vincularon con esto?”. Y justamente, la actriz fue consultada en la presentación de su película Verano Trippin, donde respondió con frialdad: “Está todo bien. Estoy bien, estoy contenta. Son cosas que pasan. Paja de la vida”.
De esta manera, la trama se vuelve cada vez más espesa. Lejos de calmar las aguas, las palabras del conductor de LAM alimentaron la polémica y dejaron a la vista que lo que parecía un rumor pasajero podría tener un trasfondo mucho más delicado. Por lo pronto, Accardi guarda silencio, mientras Vázquez atraviesa el duelo de la separación.