viernes, 12 de septiembre de 2025 18:00
Alberto Cormillot es una de las personalidades más influyentes de la comunicación en salud, con décadas de trayectoria en radio y televisión. Su estilo didáctico y su capacidad para transmitir conocimientos lo convirtieron en una figura de referencia para miles de personas. Sin embargo, detrás de esa imagen sólida, también existieron momentos difíciles que marcaron su historia personal.
En una reciente entrevista, el médico se animó a hablar de una de las etapas más duras de su vida. A sus 87 años, decidió revelar cómo enfrentó una depresión que atravesó cuando tenía apenas 40. Lejos de ser un dato anecdótico, su confesión puso en evidencia cómo hasta las figuras más admiradas pueden atravesar situaciones de dolor profundo.
Alberto Cormillot contó que el origen de aquella crisis estuvo relacionado con una experiencia sentimental. Tras descubrir la infidelidad de su entonces esposa, la angustia lo llevó a un estado depresivo que se prolongó durante meses. Según sus palabras, en aquel momento no tenía ganas ni de levantarse de la cama, y sentía que había perdido las ganas de vivir.
El relato sorprendió a quienes lo escuchaban en el programa Todo Pasa de Urbana Play. Allí explicó que la depresión duró aproximadamente seis meses y que fue un antes y un después en su manera de comprender la vida. “Me comí un garrón, no tenía ganas de despertarme. Me deprimía verme”, relató sin filtros, generando un silencio respetuoso entre los presentes.
Con el paso del tiempo, esa experiencia se transformó en un aprendizaje profundo. El médico explicó que su visión de la felicidad cambió radicalmente: ya no la entendía como momentos aislados, sino como el simple acto de poder levantarse cada día. Esa nueva definición, según confesó, fue la que lo acompañó desde entonces.
Además, utilizó sus conocimientos para trabajar en su recuperación. Con el correr de los años, Alberto Cormillot se convirtió en un ferviente defensor de prácticas que ayudan a prevenir y enfrentar la depresión, como mantener proyectos activos, hacer actividad física, cuidar la alimentación, cultivar vínculos sociales y practicar mindfulness.
Sus seguidores en redes sociales no tardaron en reaccionar a la confesión. Muchos destacaron su valentía al exponer una herida personal y transformarla en un mensaje esperanzador para quienes atraviesan cuadros similares. El tema se volvió viral, generando mensajes de apoyo y admiración hacia su figura.
Hoy, con casi nueve décadas de vida, Alberto Cormillot demuestra que la experiencia puede ser compartida como una herramienta de ayuda para otros. Su historia personal, lejos de restarle autoridad, lo muestra más humano y cercano. En su relato no solo habló un médico, sino también un hombre que atravesó el dolor y supo resignificarlo en un camino de superación.