El hecho salió a la luz tras la denuncia presentada por el padre de la víctima, una niña de 11 años. Según se informó, el imputado, un hombre de 57 años al momento de los hechos, contactó a la menor a través de una red social, enviando mensajes de contenido sexual e insistiendo en mantener comunicación directa. Para constatar la conducta, el padre se hizo pasar por su hija durante la conversación, comprobando que el imputado conocía la edad de la menor e insistía en el contacto.
Durante la investigación, la fiscalía implementó distintas medidas, que incluyeron: visualización del dispositivo utilizado, verificación de la titularidad de la línea telefónica, declaraciones de personal especializado en ciberdelitos, allanamiento del domicilio del acusado, informes técnicos forenses, antecedentes del imputado, pericias psicológicas y psiquiátricas, y solicitud de información al Registro Nacional de Reincidencia.
Con base en las pruebas reunidas, se realizó la indagatoria del imputado y, concluida la investigación penal, se dispuso el envío de la causa a juicio, notificándose a las partes involucradas.