Allen y la crisis político-social en Río Negro

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La situación social no da para más. A la lucha contra los despidos y el cierre de NRG, primero se le sumó el reclamo de vecinos de los barrios por la falta de gas en pleno invierno y posteriormente el de sectores rurales por la falta de transporte público al centro y el hospital. Por su parte los trabajadores municipales, quienes ya habían sufrido despidos a inicios de 2024, enfrentaron otro ataque con el despido de otros 40 trabajadores hace una semana.

¿Las razones? La situación financiera del municipio: se acumulan deudas millonarias, se pagan sueldos en cuotas y se paralizan servicios básicos como la recolección de residuos. Pero el contraste saltó a la luz: un despilfarro en fiestas y en pauta publicitaria, están en el centro de una estafa que es la de toda una casta política multi-partidaria, que alimentan la indignación y bronca del pueblo trabajador allense.

El intendente mileísta deficitario

Román es un dirigente con rasgos singulares: llegó a la intendencia como candidato de la UCR en la boleta de Weretilneck, pero luego se alineó con LLA y se convirtió en una de sus principales referencias libertarias en la provincia. Ex policía y ligado a las iglesias evangélicas, Roman representaba un perfil social conservador y autoritario, muy digno de cualquier candidateable que Weretilneck pueda llevar en sus boletas. Pero la sintonía del gobernador con el ajuste mileísta parece haber convencido al intendente de pasarse directamente al bando de Karina Milei y Lorena Villaverde.

Por eso la crisis de Allen no puede leerse de manera aislada. Se trata de una interna entre LLA y la alianza JSRN-UCR, con un poder judicial local y provincial alineado al gobernador en su búsqueda por acorralar al intendente. Según los datos denunciados por el concejal Adamo, quien detalla la crisis económica municipal, entre 2024 y 2025 la Fiesta Nacional de la Pera incrementó en un mil porciento su gasto de realización, costando 14,4 millones de pesos en 2024 a unos 257 millones en 2025. Algo similar denuncia el edil con lo ocurrido con un simple acto para el 25 de Mayo, que pasó de 35 millones en 2024 a 251 millones en 2025.

El concejal, entrevistado por LU19, señaló que los ingresos municipales apenas alcanzan los 1.300 millones de pesos al mes, mientras los gastos superan los 2.000 millones, y la diferencia se agrava por una política de dispendio en fiestas, asesores y publicidad que contrasta con el ajuste sobre trabajadores municipales y el crecimiento de la deuda con proveedores, ya cercana a los 3.000 millones de pesos.

En este contexto, lejos de intentar despegarse de este personaje impresentable de la política, el gobernador Weretilneck concertó cinco días atrás un encuentro con el Intendente. ¿Su objetivo? Lo dijo explícitamente su Ministro de Gobierno, Fabian Gatti: “un vínculo que se reanuda”. El oficialismo verde quiere repatriar al intendente contra el mileísmo.

El lado B de Río Negro

Allen se convierte así en un laboratorio político y social donde confluyen varias tensiones: el fracaso de la gestión libertaria en uno de sus pocos municipios; la disputa entre camarillas patronales (LLA, UCR, JSRN); un rol activo del poder judicial y mediático. Todo en medio de una campaña electoral donde todos aparecen montados sobre los tubos del oleoducto VMOS.

Por otro lado el permanente ajuste contra los trabajadores municipales y el impacto de la crisis de NRG. La precarización laboral en las megaobras, con jubilados trabajando hasta la muerte y la bronca social creciente que empieza a expresarse en las calles y en las redes, contra los políticos, los empresarios y contra los pastores evangélicos.

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En este escenario, la única salida progresiva no vendrá de las maniobras del poder judicial ni de los realineamientos partidarios, sino de la irrupción organizada e independiente de los trabajadores y sectores populares. La lucha contra los despidos, por el pago en tiempo y forma de salarios y aguinaldos, y por condiciones de vida dignas en los barrios es el terreno donde puede emerger una respuesta propia de quienes hoy pagan la crisis. Lo que está en juego en Allen no es solo el destino de un intendente en crisis, sino el del “lado B” de Río Negro: la inmensa mayoría del pueblo trabajador que no entró en este esquema de ajuste y saqueo capitalista.

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