La expectativa y la ansiedad fueron incrementándose a cada instante en todos los presentes cada vez que el reloj iba señalando que se acercaba el show, que culminó cuando una intensa ovación del público acaparó las instalaciones del estadio de la loma ante los primeros acordes que comenzaban a sonar desde el escenario principal. Había llegado el momento tan esperado, nada importaba. El tiempo de espera culminó cuando las luces se apagaron en el campo de juego y comenzaron a ingresar de a poco los músicos de la banda al coro del público que acompañaba con el clásico «soy Jiménez…».
Eran exactamente las 22.40 horas cuando la figura de “La Mona” se observó por primera vez en escena, con un semblante de pura felicidad y con esas muecas que evidencian mucha energía y ganas de brindarlo todo. Catamarca, la tierra de Walter Olmos, temblaba y comenzaba a rendirse a sus pies.
La canción elegida para el inicio fue «Despierta Corazón», seguida por «Celosa» y “El León”. Más tarde, fue el turno de una batería de composiciones que se encuentran en el corazón de los argentinos como “La Mona es un muchacho de barrio”, “El Federal”, “Beso a beso”, “Ruleta rusa”, y “Ramito de violetas”. “Estoy muy contento y feliz de estar en Catamarca después de 9 años y 6 meses. Extrañaba mucho el amor y el cariño de los catamarqueños”, expresó Jiménez promediando el espectáculo al tiempo que también agradeció a los visitantes tucumanos, salteños, jujeños, riojanos y a tantos cordobeses que arribaron a esta provincia para ser parte de este impactante show.
Cabe mencionar que la magnitud de la convocatoria que generó el “Mandamás” cordobés motivó que el espectáculo se trasladara por primera vez al Estadio Bicentenario, algo que jamás había sucedido. También hubo mucho más, como “Tinta china”, “El marginal” y “Quien se ha tomado todo el vino”. Por supuesto, los catamarqueños y visitantes agradecidos.
Mientras tanto, en el campo de juego y las tribunas las canciones se cantaban a coro. También se registraron incontables historias como esos jóvenes a los que poco le interesaban las bajas temperaturas de la noche y bailaban cada canción con el torso desnudo. Incluso, hasta hubo propuestas de compromiso que se realizaron con el rey del cuarteto de fondo. Todo era fiesta y nada de lo que sucedía tenía desperdicio en cada espacio del Bicentenario.
En una noche fresca pero donde una muchedumbre aportaba el calor necesario para combatir el frío, el reloj superaba la medianoche y la fiesta entraba en su tramo final. Los aplausos continuaban sin parar ante cada composición del artista cordobés, que a esa altura lucía un hermoso poncho de vicuña regalado por las autoridades del Ministerio de Cultura. Todo era fiesta, al igual que la alegría de quienes bailaban y cantaban cada melodía que seguía surgiendo desde el escenario.
“Sólo contigo” y “Aventurera” fueron las canciones elegidas por “La Mona” y que comenzaron a marcar el final de un espectáculo de primer nivel. “La Luna” fue el punto final para una noche que, por cierto, quedará guardada en la memoria de todos los catamarqueños y se transformará en uno de los momentos más especiales que se suma a la ya rica historia de la mayor fiesta cultural de Catamarca.
Ícono popular
Juan Carlos Jiménez Rufino, más conocido como “La Mona” Jiménez, La Mona o simplemente como Jiménez o CMJ entre sus fanáticos, nació en Córdoba un 11 de enero de 1951 y es el mayor emblema del cuarteto argentino, considerado por muchos como un ícono de la cultura popular.
Comenzó su carrera a los 15 años en el Cuarteto Berna y luego se unió al Cuarteto de Oro. En 1984, inició su carrera solista, alcanzando gran popularidad y reconocimiento nacional e internacional.
A los 15 años de edad participó en un casting para ser cantante en el Cuarteto Berna, un joven grupo de cuarteto característico (género musical que estaba en sus primeros años de vida), donde resultó ganador. Allí, debutó como cantante y grabó cuatro discos. Luego, se casó con Juana Delseri quien se convirtió en su representante.
En su amplia y exitosa trayectoria musical se encuentran hechos sobresalientes como sucedió en 1971 cuando formó parte del Cuarteto de Oro, liderado por su tío. El 28 de diciembre de 1973 conoció a Juana Delseri, con quien se casó en abril de 1975. El matrimonio tuvo tres hijos: Lorena (actriz y música), Carlos -conocido como Carli- (que se dedica a la música junto a su padre, especialmente produciendo) y Natalia (quien es diseñadora de su vestuario).
Es reconocido por su estilo enérgico y por popularizar el cuarteto a nivel nacional e internacional. Obtuvo 12 veces el Premio Gardel y es el músico con más Premios Konex en Argentina y, con más de 10 mil shows realizados, se transformó en uno de los artistas con más horas de escenario del mundo. Es considerado «el más federal de los artistas», tras haber cantado en todas las provincias del país en repetidas oportunidades. Tiene más de 100 discos editados, la mayoría con certificación de oro, platino y doble platino.
Es considerado un ícono de la cultura popular argentina y un referente del cuarteto. Su música ha trascendido generaciones y fronteras, llegando a países como Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Italia, España, Canadá y Estados Unidos. El músico cordobés instaló su propia lengua de señas de los barrios de Córdoba, a donde cada gesto con las manos le corresponde una nomenclatura de «La Docta». Los fanáticos siempre realizan las señas en los bailes y son identificados desde el escenario. Se puede escuchar a La Mona en incontables de sus canciones verbalizando los gestos de sus aficionados con el micrófono.
También tiene su propia marca de vino, con la que se preparan generalmente el «vino con coca» y el «vino con pritty» o «prittiado», bebidas muy populares en Córdoba. También es uno de los pocos artistas en el mundo que tiene su propio museo, ubicado en la zona norte de la ciudad de Córdoba.
Ha realizado numerosas presentaciones en vivo, incluyendo el Luna Park y el Estadio de River Plate. Ha cantado con una abundante cantidad de reconocidos artistas de otros géneros musicales, entre los cuales se destacan Fito Páez, Charly García, Andrés Calamaro, Manu Chao, Pato Fontanet, Martín Fabio, Pity Álvarez, Bersuit Vergarabat, Alejandro Lerner, Palito Ortega, Raly Barrionuevo, Javier Calamaro y Slim Dee, entre otros. A esta lista se le agregan también músicos de su mismo género tales como Ulises Bueno y Damián Córdoba.
Su influencia en el cuarteto es innegable, siendo apodado «el Elvis del cuarteto». Además, es conocido por su carisma, su energía en el escenario y su cercanía con el público. Culturalmente, La Mona ha dejado un vasto legado en la gente que lo sigue y entre las manifestaciones más importantes se puede hablar desde pintadas en las calles hasta tatuajes con su imagen y su nombre.
Un emblema de la música argentina que este año ha dejado su sello, su música e hizo brillar a la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.
Texto: Colaboración de Javier Villacorta
Fotos: Ariel Pacheco