La causa por la muerte de Micaela Ibarra, ocurrida el 7 de julio durante un incendio en una vivienda del norte de la capital, dio un giro clave: las pericias determinaron que el fuego fue intencional. Así lo confirmó el informe técnico entregado a la Fiscalía de Instrucción por el perito de Bomberos especializado en siniestros.
El documento descarta la posibilidad de una falla accidental y define el hecho como un «incendio hipotético intencional», una calificación que cambia por completo el enfoque de la investigación. La familia de Micaela, que desde el primer momento rechazó la idea de un suicidio, sostiene que su muerte no fue voluntaria y exige que se investigue a fondo la posible participación de terceros.
La autopsia reveló que la causa del fallecimiento fue asfixia por inhalación de humo. Este dato, sumado al informe pericial, refuerza la sospecha de que la joven no tuvo oportunidad de escapar del fuego, y que el escenario podría haber sido armado para simular un suicidio. El entorno de Micaela insiste en que ella no tenía razones para quitarse la vida y reclama respuestas urgentes.
Con esta nueva evidencia, la Fiscalía analiza reorientar la investigación e incorporar nuevas líneas que incluyan la posibilidad de responsabilidades penales. Por el momento, no se informó sobre personas imputadas o detenidas, pero la hipótesis de un hecho criminal toma cada vez más fuerza.