Más de 3800 trabajadores de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) renunciaron en el primer semestre de 2025. Los retiros se dieron en el marco del programa de salida voluntaria impulsado por el gobierno de Donald Trump y representan alrededor del 20% del plantel de la agencia espacial.
La NASA confirmó que un total de 3870 empleados renunciaron durante el primer semestre del año, en medio del recorte presupuestario previsto para 2026 y la incertidumbre sobre la continuidad de varios programas.
Los profesionales decidieron abandonar la agencia con el plan de retiro voluntario impulsado por la administración Trump, que les permite recibir beneficios y mantener su sueldo por un período limitado después de irse. El objetivo es reducir la fuerza laboral federal y achicar gastos.
Según señaló la portavoz de la NASA, Cheryl Warner, a NPR, los recortes ascienden a aproximadamente el 20% de la plantilla y reducirán el equipo del organismo de 18.000 a 14.000 empleados.
Durante la primera ronda del programa de Trump, que se realizó a comienzos del año, unos 870 trabajadores dejaron sus puestos. Mientras que la segunda, que finalizó el 25 de julio, se registraron otras 3000 salidas.
Además, Warner explicó que otros 500 empleados abandonaron la agencia por deserción regular. “No está claro cuándo entrará en vigor la reducción total de personal”, añadió el vocero.
La administración republicana propuso reducir el presupuesto de la NASA un 24% (de casi US$25.000 millones a casi US$19.000 millones) para el 2026. Sin embargo, la Cámara de Representantes y el Senado estadounidense todavía discuten el recorte de financiamiento para la agencia. Y podrían solicitar que se mantenga cercano al nivel actual.
A comienzos de este mes, el organismo recibió una financiación adicional con la Ley One Big Beautiful Bill de Trump. Gracias a la normativa, se le asignaron US$10.000 millones en fondos adicionales para la NASA hasta 2032, incluido el respaldo a las misiones a Marte y los planes para regresar a la Luna.
El lunes 21 de julio, más de 300 empleados y exempleados de la NASA firmaron y enviaron una carta, llamada “Declaración Voyager”, al flamante administrador interino de la agencia, Sean Duffy. En ella, criticaron los diferentes “cambios rápidos y derrochadores” del organismo.
“Políticas recientes que han desperdiciado o amenazan con desperdiciar recursos públicos, comprometer la seguridad humana, debilitar la seguridad nacional y socavar la misión fundamental de la NASA”, advirtieron en la misiva.
La carta contó con un listado de decisiones en las que los profesionales disintieron, entre ellas, recortes a sectores de investigación científica y aeronáutica, la falta de participación en misiones internacionales y la reducción de personal en sectores no estratégicos. “Los problemas que planteamos afectan a toda la agencia, no a proyectos específicos”, subrayaron.
Los trabajadores y exempleados de la NASA consideraron que esos achicamientos son contrarios a la misión del organismo que, según describieron, consiste en explorar lo desconocido en el aire y el espacio, innovar para el beneficio de la humanidad e inspirar al mundo a través del descubrimiento.