De Texas al Ambato: los ríos no perdonan

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Esta situación, sin embargo, no ha sorprendido al mundo científico, que venía notando el incremento a nivel record de la humedad, especialmente en esta zona que da frente al Golfo de México, producto del aumento de la evaporación causada por el aumento de la temperatura media global. Este exceso de humedad colisionó a grandes alturas con grandes masas de aire frio, se condensó o licuó y cayó en forma de grandes lluvias en esta región que atraviesa parte de Texas. Como decimos más arriba, esta situación es producto de la cercanía con el Golfo de México y de su famosa Corriente del Golfo, que sube hacia el norte por la costa del Atlántico, lo cruza y atempera el frío del norte de Europa, pero causa estragos a lo largo del noreste americano. Esta situación explica no solamente lo que pasó en Texas, sino más recientes como la del metro en Nueva York, donde 20 estaciones de subte de las 472 que tienen, se tuvieron que cerrar debido a la tormenta que cubrio con su agua de lluvia hasta los andenes de las estaciones.

El desastre de Texas

Historia del río

El desastre del Río Guadalupe en Texas entre el 3 y el 4 de julio pasado obedeció básicamente a las mismas causas de siempre. La fundamental es ignorar o pasar por alto la información histórica del mismo, que informa que el Guadalupe es un río donde las crecientes son una rutina. En 140 años de registro, hubo más de 70 tormentas que duraron más de 24 horas y en estos últimos tiempos, desde 1978 a la fecha, se inundó una docena de veces. La diferencia es que esta vez la creciente superó las previsiones: entre el 3 y el 4 de julio le llovió en dos días 400 milimetros de lluvia (Alan Gerard, NOAA-Nacional Oceanic and Atmospheric Administration), que normalmente es la lluvia correspondiente a 4 meses y estadísticamente representa el 0,1% de probabilidad en un año de que ocurra. Según la información, en la madrugada del 4 de julio, día de la independencia de EE.UU., le llovió entre 75 y 100 mm por hora, lo cual generó una creciente de 7 metros de altura en una hora, entre las 3:45 y las 4:45 de la mañana, cuando todos los niños entre 8 y 12 años dormían.

Causas de la tormenta

La causa de esta tormenta fue la formación de lo que en meteorologia se llama una Mesoscale Convective Vortex (MCV), que es una zona con baja (Meso) presión atmosférica en altura, con un viento rotante a baja velocidad como un remolino, que atrae y hace subir toda la humedad circundante, la enfría, la condensa y la despide hacia abajo en forma de una lluvia intensa (Convectiva). Esa humedad le llega a la cuenca del río normalmente del Golfo de México de forma natural, a la cual esta vez se le agregó los restos de humedad de la tormenta tropical Barry de fines de junio. Por lo tanto, se sabía que estaban ante una atmósfera saturada, que reclamaba mayor atención y medición en altura, cosa que aparentemente no se hizo.

Realimentacion de la tormenta

Otro problema que empeoró la situación fue la realimentación de la tormenta con su propia lluvia, que al caer en una zona recalentada por el cambio climático regeneró más humedad, que a su vez generó más lluvia. Según los expertos, esta situación se viene dando en el Golfo de México, entre Texas y Lousiana, donde la temperatura del agua está 8 grados C por encima de la temperatura normal. Según los científicos, un aumento de 1 grado centigrado en la atmósfera implica un cambio de humedad del 7%. en el ambiente, o sea un 56% por encima de la humedad normal. Imaginemos las consecuencias.

La Resonancia Atmosférica

Este es un nuevo termino creado recientemente para explicar un fenómeno de coincidencia en las olas sucesivas de viento frío en altura que, en vez de atenuarse entre ellas una a otra, en realidad se refuerzan mutuamente, manteníendose “vivas” en un lugar. El resultado es simple: la lluvia no se va. Sigue lloviendo a cántaros. Para explicarlo más simplemente, es como con las olas en el mar que vienen una tras otra y se refuerzan en vez de anularse. (Científico Michael Mann, Universidad de Pennsylvania). Esta es la rutina de este verano en EE.UU.

La gente ante los pronósticos del tiempo

Lamentablemente, la población no comprende el alcance del término. Un pronostico del tiempo no es una sentencia, sino una estimación de las posibles evoluciones del estado del tiempo en un momento dado. Los pronósticos del tiempo del 2 de julio estimaron para el 3 y 4 de julio una tormenta de entre 50 y 70 mm. Obviamente, no fue así y les cayó el triple o más, para la cual nadie estaba preparado. Se dijo que parte del problema fue que no hubieran medido el grado de humedad real en altura en los días previos al desastre, lo cual, de haberlo hecho, les habría permitido estimar el potencial peligroso de la tormenta.

La insuficiencia de las alertas

El avance de las comunicaciones hoy en día genera suposiciones que conducen a errores. No todas las personas tienen celular y no todos los que lo tienen lo prenden las 24 horas del día. Especialmente cuando duermen. Por lo tanto un alerta a la población no puede apoyarse solamente en el uso del celular. Parece que aquí en Texas pasó eso. Las niñas se enteraron de la tragedia cuando estaban flotando en su dormitorio.

Lugar de emplazamiento del campamento

¿Quién no sabe que no se puede pasar la noche al lado de un río de montaña y menos aun construir un albergue o parque en su costa? Sin embargo, el Camp Mistic donde se alojaban las niñas estaba emplazado a la vera del Río Guadalupe, a sabiendas de su “prontuario” histórico. Más aún, los medios informan que el mismo propietario sabía de la evaluación de inundable del terreno de parte de las autoridades a cargo del control de ríos, pero que había apelado a una asociación de propietarios de este tipo de instalaciones que, obviamente, en nombre del negocio, lo dejaron seguir. Y ahí quedó el tema, seguramente enredado en apelaciones y operando por años, hasta esta catástrofe del 4 de julio. El propietario también murió a causa en la inundación.

Comportamiento del río

En el pueblo de Comfort, cerca de Kerrville, el río pasó de 5 a 4.648 metros cúbicos por segundo en 45 minutos. En Kerville y Mason el río creció 7,9 metros en 45 minutos. La lluvia caída en este pueblo se estima en 516 mm, equivalente a 4 meses de lluvia. Se considera a esta inundación la mayor de EE.UU. desde 1976.

Plan de evacuación

No lo hubo para semejante desastre. La situación desbordó a todos. Solo había recomendaciones elementales para crecientes de baja intensidad.

Resumen

En Texas se repitió la historia de las tragedias causadas por la falta de respeto a la naturaleza. Hubo un pronóstico del tiempo que se quedó corto y no se actualizo aun sabiendo que se enfrentaban a un fenómeno tormentoso inusual; hubo una tormenta histórica que tiene una posibilidad de ocurrir del 0,1 por ciento por año, o sea casi nunca, pero pasó y no estaban preparados; se olvidaron de la historia y construyeron un parque o campamento juvenil al lado de un río de montaña a pesar de las advertencias de las autoridades; pasaron por alto que era zona inundable; no tenían un sistema de alerta de emergencia para compensar el caos cuando se les cortó la luz por 4 horas; confiaron por demás en el celular como medio de comunicación olvidando que no todas las personas usan este medio y menos cuando están durminedo; no había un plan de emergencia para afrontar situaciones extremas que, obviamente, los desbordó, a sabiendas de que ese río tiene una historia bien conocida de inundaciones. Una historia parecida a nuestra tragedia en El Rodeo hace 10 años, a otra escala. Menos mal que no se les dio por construir puentes-diques en el cauce.

Nuestra realidad

Teniendo en cuenta nuestra posoción geográfica y el clima que nos acompaña, seco fundamentalmente, es casi imposible que la tragedia de Texas se repita en nuestra región. Eso pensamos. Eso creemos. Sin embargo tuvimos El Rodeo hace 10 años. De esto ya hablamos en marzo en este medio en: https://www.elancasti.com.ar/opinion/rio-el-tala-crecientes-y-peligros-n580284.

En ese artículo asumimos una tormenta de 50mm cayendo sobre los 6 afluentes que alimentan El Tala desde la Casa de los Padres Franciscanos hacia la cumbre del Ambato. Estimamos, a partir del mapa de Google Earth, la extención de sus cuencas en kilómetros cuadrados y aplicamos las fórmulas del llamado Rational Method Hydrological Calculations y la Fórmula de (Robert) Manning para determinar aproximadamente los valores del caudal y la velocidad de la correntada.

Aclaremos que la investigación de Manning fue hecha para canalizaciones perfectas de agua, lo que está muy lejos de lo que en realidad es un río de montañas. Pero, se lo acepta introduciendo un número llamado “Factor de Manning” para aproximarse a la realidad. Por lo tanto nuestro cálculo es una aproximación, no una verdad absoluta. Para hacer un cálculo exacto se deberá recurrir a la Inteligencia Artificial, a las filmaciones satelitales y a estudios locales para medir el río a cada metro, lo cual está muy lejos de nuestras posiblidades.

Pués bien, nuestro cálculo estimaba que una tormenta de 50 mm sobre los riachos que alimentan El Tala arriba en el ambato produciría un caudal de 428 metros cúbicos por segundo [m3/sg] en Las Rejas, que correspondería a una creciente imaginaria de 20 metros de ancho por 2,80 metros de alto, o sea con un area de 56 metros cuadrados de frente, desplazándose a una velocidad de 7,79 metros por segundo [m/seg], o sea 28 km/h. Obviamente, si consideramos que el puente sobre Ruta 4, que tiene unos 60 metros de largo, pero solo unos 20 metros sobre el cauce y 2,50 metros de alto, tiene un area trapezoidal de unos 44 metros cuadrados, una creciente como la que aquí calculamos le pasará por encima e inundará la ciudad.

Ahora bien, las tormentas que hoy están asolando el planeta son de 100 mm por día para arriba, no 50 mm, como Texas lo demostro a comienzos ded julio o Valencia (España) en Octubre de 2024, donde llovio 300 mm en 6 horas o hace pocos días la ciudad de Rawalpindi (2 millones de habitantes) en Pakistán, donde cayeron 100 mm en un día. Aquí solamente especulamos con una tormenta de 50 mm. Esto vale, naturalmente, para el Río Ambato del cual se estimó que tuvo una creciente de 360 m3/seg durante su tragedia hace 10 años.

Esto es producto del calentamiento global, un cambio climático a nivel planetario, al cual no se le está prestando la atención que se merece. Ni en la sociedad, ni por parte de los gobiernos que insisten con crear espacios recreativos mal ubicados, construir o mantener puentes obstruyendo los cauces, ignorar el estudio de las crecientes históricas, hoy un tema superado por la ciencia y facilitar o permitir desarrollos urbanísticos pasando por alto los riesgos de la naturaleza.

Todos olvidan que la naturaleza no perdona sus abusos.

https://edition.cnn.com/2025/07/05/climate/texas-flooding-forecast-response

https://www.npr.org/2025/07/05/nx-s1-5457759/texas-floods-timeline

https://www.bbc.co.uk/news/resources/idt-3e86df88-5679-4f65-914f-97014d8a188f

https://www.theguardian.com/us-news/2025/jul/06/texas-floods-forecast-climate-crisis?CMP=share_btn_url

https://eu.usatoday.com/story/news/weather/2025/07/05/what-caused-texas-hill-country-floods/84478070007/

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