domingo, 13 de julio de 2025 15:20
El periodismo argentino está de luto. Este sábado falleció Mario Mactas, reconocido periodista, escritor y pensador, a los 80 años. Su muerte se produjo en la Fundación Favaloro, donde permanecía internado por un grave cuadro de neumonía que se complicó en los últimos días, consecuencia de secuelas pulmonares tras haber contraído COVID-19.
La noticia fue confirmada por el canal TN, medio donde Mactas dejó una marca imborrable. Su estilo pausado, su mirada crítica teñida de sensibilidad y su capacidad para reflexionar sobre la actualidad con profundidad lo convirtieron en una figura admirada por colegas y televidentes.
“Tenía una cabeza brillante. Era de esos con los que te sentás a escuchar y sabés que vas a aprender. Tenía una forma de ver el mundo que te sacudía”, lo recordó con emoción su compañera Lorena Maciel al aire. Mario luchaba con problemas de salud desde hace tiempo.
Si bien su estado era reservado, sus últimas apariciones mostraban señales de que algo no estaba del todo bien. Apenas seis días antes de su fallecimiento, escribió en su cuenta de X: “Bronquitis, El monologuista y por Cultura. Hoy, vieron, son duras de invierno. Disculpas”.
El mensaje, breve pero claro, mostraba su deseo de seguir conectado con su audiencia a pesar del malestar. Su fallecimiento coincidió, en un giro del destino, con el Día de la Medicina Social en homenaje a René Favaloro, fundador de la institución donde pasó sus últimas horas.
Un detalle cargado de simbolismo para quienes creen en el periodismo humano y comprometido que él representaba. A lo largo de su carrera, Mactas supo destacarse más allá del oficio periodístico. Fue escritor, guionista, amante del arte y un observador lúcido de la cultura y la política. En cada una de sus intervenciones, ya sea desde un estudio de televisión o a través de sus columnas, transmitía una mezcla única de inteligencia, ironía y calidez.
Sus compañeros le dedicaron un sentido homenaje, breve pero potente, fiel a su estilo discreto. Con su partida, se va una voz indispensable, una de esas que no sólo informaban, sino que invitaban a pensar. Mario Mactas deja un legado que trasciende lo periodístico, una manera de estar en el mundo.