En una escena alterada por los habituales vaivenes del dólar, el presidente Javier Milei ofreció otra demostración de su afinado olfato de estadista. El sábado se erigió en estrella principal de la inauguración del megatemplo de la iglesia evangelista “Portal del Cielo” en la provincia de Chaco, con una homilía en la que reincidió en la interpretación de los textos sagrados que considera a la justicia social una excrecencia de la envidia y por consiguiente aberrante pecado.
Como los apóstoles de la iglesia Portal del Cielo habían vaticinado tanto la edificación del templo como la presencia del líder político en su inauguración, el hecho de que Milei suspendiera su reticencia a visitar el interior resultaba menos impactante que el de protagonizar una profecía.
Sin embargo, poco después del encuentro político-religioso se conoció una maravilla superior: el pastor Jorge Ledesma se había beneficiado con la transformación de 100 mil pesos en 100 mil dólares, milagro que provocó al mismo tiempo la envidia y la inquietud del ministro de Economía Luis “Toto” Caputo.
No se sabe si tal envidia lo contaminó al punto de inclinarlo hacia el pecado de la justicia social, pero es de imaginarse las ganas que le habrán entrado de convertirse y adquirir tamaños poderes, para desentenderse de una vez por todas de los argentinos y especuladores empecinados en comprar dólares y pechar el precio hacia arriba. La inquietud es obvia: teniendo a Ledesma, ¿para qué necesitaría Milei a “Toto”? Podría dolarizar con solo meter pesos en las cajas iluminadas por la divinidad.
Según el pastor Jorge Ledesma, $100 mil que tenía en una caja de seguridad se convirtieron en 100 mil dólares. Según el pastor Jorge Ledesma, $100 mil que tenía en una caja de seguridad se convirtieron en 100 mil dólares.
Capaz que sea cuestión de largarse a hacer megatemplos de “Portal del Cielo”. Según el pastor Ledesma, cuando estaban revisando las cuentas para financiar la obra, descubrieron que 100 mil pesos que tenían en una caja de seguridad se había convertido en 100 mil dólares. Cristian Ledesma, hijo de Jorge y también pastor, verificó el portento en declaraciones radiales.
“Fue una experiencia muy fuerte para nosotros y fue lo que nos permitió tener la fe para arrancar algo tan loco como la edificación de este templo. Había pasado más de un año y la contadora le dijo que según su registro lo que había ahí eran 100.000 pesos. Pero cuando abrió la caja vio 100.000 dólares. Pensó que era un error y le mandó fotos a la contadora. Pero no era un error. No fue ni la primera ni la última experiencia similar, pero no en esa magnitud”, contó. Que alguien deje en una caja de seguridad la insignificancia de 100.000 pesos podría parecer curioso.
El pastor Cristian no llegó a explicar las razones de este descuido financiero, pero cuando le preguntaron cómo declararon a la AFIP los 100 mil dólares convertidos contestó: “Ahí empieza el trabajo de la contadora”. Sería interesante que AFIP, ahora ARCA, admita la declaración de dólares obtenidos por vía de milagro.
Queda pendiente una gran incógnita: ¿cuál será banco milagroso? Raro que no ande promocionando la capacidad transformadora de sus cajas de seguridad en lugar de pijotear con la tasa de los plazos fijos.
La cuestión es que las bodas de Caná, donde Jesús convirtió agua en vino, han quedado reducidas a vulgar yuyo frente a las caja de Ledesma, quien relató que hubo otros milagros que permitieron construir el templo sin contraer deudas.
Tanto temar Milei con abstrusas consideraciones económicas y al final el milagro argentino vino a fructificar en el templo de la iglesia Portal del Cielo. Se viene nomás la dolarización. Creer o reventar.