El Gobierno nacional sufrió una significativa pérdida de ingresos fiscales en el primer semestre del año, estimada en unos u$s1.200 millones, debido al retraso en la actualización del impuesto a los combustibles. Esta cifra representa un promedio de u$s200 millones mensuales que dejaron de ingresar a las arcas del Estado por la decisión que desde 2021 se viene adotando de diferir el aumento trimestral completo al litro de nafta o gasoil.
Este lunes, mediante el decreto volvió a diferir la suba total de la carga de los tributos del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), y postgergó formalmente para el 1 de agosto la aplicación plena del cálculo, lo que se anticipa se volverá a revisar por el fuerte impacto que tendría en el precio en los surtidores.
El Decreto 441 publicado en el Boletín Oficial aprobó un nuevo incremento parcial en el ICL y el IDC, en una medida que con las firmas del presidente Javier Milei, y sus ministros Guillermo Franco y Luis Caputo, dispone a partir del 1 de julio el incremeto de los montos de impuesto. Se trata de un aumento parcial para el litro de nafta sin plomo de $6,625 en el caso del ICL y $0,405 en el IDC. Para el gasoil, la suba es de $8,241 en el ICL y de $0,609.
El resto de la actualización pendiente de estos tributos quedará postergada por un mes más, a partir del 1 de agosto, tal como viene haciendo esta gestión y la anterior para evitar que el impacto de los precios de los combustibles afecte el índice del precio general de precios. Aunque esa actualización plena también viene siendo sistemáticamente postergada.
El Gobierno dejó de recaudar u$s1.200 millones en el semestre
Un anticipo de que suben la nafta y el gasoil
El traslado a los surtidores del incremento impositivo, al menos, implicará una nueva suba de la nafta y el gasoil a partir de este martes 1 de julio, aunque la mirada estará en los surtidores de las estaciones de YPF que fue la única del segmento minorista que no aumentó sus precios días atrás ante la volatilidad del precio internacional del crudo por la crisis de Medio Oriente.
Empresas como Shell, Axion o Puma decidieron en ese contexto un incremento promedio del 5% para los distintos productos, en tanto que YPF decidió esperar a ver cómo terminaba de evolucionar el salto del crudo que llegó a u$s80 por barril, para luego volver a descender bruscamente por debajo de los u$s70, por lo que su equilibrio aún es una incógnita.
Según a la normativa vigente, el ICL y CO2 debe actualizarse trimestralmente de acuerdo a la variación del IPC Nacional, y desde comienzos del 2024 al llegar la nueva gestión se dispusieron incrementos escalonados con el objetivo de aplicar las actualizaciones pendientes.
Sin embargo, a partir de mayo del año pasado hasta hoy se realizaron incrementos parciales de los montos del impuesto, a través de más de una decena de decretos, postergándose la actualización del monto total del impuesto.
Miles de millones de pérdidas para el Estado
Este esfuerzo tributario significó que la actualización parcial del monto del impuesto significara una pérdida de recaudación estimada en al menos u$s1.200 millones por las ventas de combustibles estimadas por mes durante el primer semestre del año, de acuerdo al seguimiento que viene realizando la consultora especializada Economía y Energía (EyE).
En ese sentido, la consultora que dirige el economista Nicolás Arceo, destacó que la actualización parcial del monto del impuesto en el mes de junio de 2025 significó una pérdida de recaudación estimada en u$s202 milones por las ventas de combustibles.
En ese mismo sentido, se destacó que la pérdida de recaudación para el fisco nacional en 2024 fue de u$s2.011 millones, en tanto que al cierre del primer trimestre el monto ascendía a u$s601 millones de pérdida.
Pero la actualización es todo un desafío, ya que debido al notable atraso acumulado de los últimos años, se estima que para alcanzar el valor establecido por la normativa, en el caso de las naftas la alícuota del impuesto debería incrementarse un 84%; y en el gasoil un 64%.
El atraso en el precio real de las naftas
Otro informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) también analizó desde su implementación en 2018 el tributo fue ajustado trimestralmente conforme al IPC hasta marzo de 2021, lo que permitió mantener su valor real relativamente estable, en torno a los $420 por litro a precios de mayo de 2025.
A partir de ese momento, sin embargo, las actualizaciones comenzaron a demorarse. En un contexto de inflación sostenida y creciente, esta falta de ajuste provocó una significativa caída en el valor real del tributo. En marzo de 2021, el valor real del impuesto ya se ubicaba un 6% por debajo del nivel registrado en marzo de 2018.
Esta tendencia se profundizó, alcanzando su punto más bajo en enero de 2024, con un valor de apenas $57 por litro (a moneda de mayo de 2025), lo que representa una reducción del 88% respecto al inicio del período.
No obstante, a partir de febrero de 2024 comenzaron a implementarse actualizaciones parciales, lo que permitió recuperar parte del valor real del tributo. Actualmente, el impuesto se encuentra estabilizado en torno a los $248 por litro, ubicándose un 47% por debajo del nivel de marzo de 2018.
En efecto, en la actualidad el litro de nafta vale $1.166 y el impuesto $248, quedando un precio neto de impuesto de $918. Respecto a enero de 2024, la caída del precio neto de impuesto es de 33%. Si el impuesto, suponiendo el resto de las variables constantes, volviera al valor de marzo de 2018, la nafta saldría $1.385, es decir un 19% más que lo que hoy vale.