lunes, 23 de junio de 2025 15:17
La vida de Nelly, madre soltera de cinco hijas, dio un vuelco drástico tras la exitosa pero compleja cirugía pulmonar de su hija Nicole en el Hospital Garrahan de Buenos Aires. Nicole, que ahora funciona con un solo pulmón, ha sido declarada como una persona con discapacidad, lo que genera grandes desafíos diarios y la obliga a enfrentar un camino de recuperación incierto.
La situación se agrava para Nelly, quien perdió su trabajo como cuidadora domiciliaria y tuvo que suspender sus estudios de enfermería para dedicarse por completo al cuidado de su hija. «Me quedé sin trabajo, pierdo la posibilidad de seguir estudiando porque estoy haciendo mi segundo año de enfermería y estas tres semanas me dejaron sin el primer trimestre», lamentó Nelly.
Un pulmón que no responde y costos crecientes
La pequeña Nicole, lucha contra un pulmón que oxigena muy poco. El 31 de julio, madre e hija deberán regresar a Buenos Aires para un nuevo control y para conocer los resultados de una biopsia que revelará por qué lo extraído del pulmón estaba infectado. Este viaje y los subsiguientes controles implican no solo gastos de traslado, sino también elevados costos de transporte dentro de la capital. «Allá es otro cantar, son otras las distancias, tenés que manejarte en Uber o en remis y es impagable», explicó Nelly.
La salud de Nicole es delicada; es vulnerable a resfríos y gripes, lo que complica su ya frágil estado. «El riesgo de trasplante no se fue. No es que porque se la operó y tuvo su cirugía ya está bien. Todo esto recién empieza», advirtió la madre, visiblemente preocupada. La niña misma relató su experiencia: «A veces cuando respiro hondo y me duele mucho».
A pesar de sus esfuerzos vendiendo empanadas y dulces, los ingresos no son suficientes para mantener a sus cinco hijas, una de ellas de 4 años que actualmente padece neumonía. La situación económica es tan crítica que Nelly recibió un aviso del IPV por la imposibilidad de pagar la cuota de su casa. «A veces uno tiene que elegir entre la luz, el agua, la mercadería para las nenas o la casa», confiesa, priorizando las necesidades más básicas de sus hijas.
La madre catamarqueña ha buscado apoyo en la Legislatura y el municipio, y aunque ha recibido algo de mercadería, lo que realmente necesita es un empleo estable. «Necesito trabajar, necesito mantener a mis nenas», afirmó con determinación. También mencionó tener una carpeta en la que pide ayuda para emprender un negocio de ventas desde su casa, pero la burocracia y los tiempos de respuesta no se alinean con las urgencias diarias de su familia.
Nelly también denuncia la falta de empatía y consideración por parte de algunas instituciones. Asegura que a Nicole, por su condición y reciente cirugía, no se le ha considerado una educación domiciliaria, lo que la expone a riesgos de salud al asistir a la escuela. «No se me consideró nada en ese sentido. Me dijeron si hay chicos que no consiguen que los acompañen en la escuela, chicos con capacidades diferentes que no consiguen un acompañante», relató con indignación. «Hoy en día yo soy mamá de una niña que nació sana, toda su vida fue sana y me la devolvieron discapacitada. El abandono de personas que a mi nena se la pasaban como pelotita en ese hospital».
Con la esperanza de encontrar una salida a esta difícil situación, Nelly apela a la solidaridad de los catamarqueños y de las autoridades para conseguir un puesto de trabajo. Su conocimiento en enfermería y cuidado domiciliario la capacitan para diversas tareas.
Para quienes deseen brindar apoyo a Nelly, pueden comunicarse al número de teléfono 3834-2220-84 o realizar una colaboración económica a través del alias: condor.cartel.coctel