jueves, 12 de junio de 2025 10:58
El abogado y dirigente del Partido Libertario, Lucio Montero, analizó en La Mañana de El Esquiú, programa emitido por Radio El Esquiú 95.3, la sentencia de la Corte Suprema que confirmó la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Causa una cierta preocupación que una persona que haya ocupado el cargo más alto en nuestro país haya terminado con una condena como la que impartió la Corte de Justicia”, sostuvo.
Montero remarcó que el fallo refleja la vigencia del sistema republicano y la independencia judicial. “Hay que destacar la ausencia total de influencia del Poder Ejecutivo en la Corte”, afirmó, al recordar que los jueces actuales fueron designados por gobiernos de distinto signo político y con aval del Senado.
Sobre los fundamentos jurídicos, explicó que “a la expresidenta no se la condena por un delito cometido en 1, 2, 5, 10, 20 licitaciones, sino por 51 licitaciones irregulares en obra pública”. La Corte, dijo, identificó “sobreprecios sustanciales, ¿que significa esto?, que si una cosa vale 100 pesos, ellos le facturaron al Estado mil pesos, es decir, le facturaron 10 veces más. Habla que hubo ampliaciones de plazos, tratamiento preferencial en los pagos anticipados, anticipos financieros, es decir, le estaban dando la plata antes que comiencen las obras para que Lázaro Báez pueda construir a su antojo, no con plata y arriesgo personal, sino con la plata del Estado. Y hablan también de los cobros, de las certificaciones por movilización de obra pública y la ampliación de obras. Es decir, no solamente ponían sobreprecios, sino que cuando terminaban las obras, a su vez, le ampliaban el precio para cobrar más todavía de lo que ya habían exageradamente cobrado”.
También resaltó que el tribunal “acreditó que la incausada quiso que el resultado delictivo sea una consecuencia de su propia acción y además se demostró el ánimo de lucro requerido por el tipo penal, con lo cual, ahí está diciendo que Cristina Fernández de Kirchner actuó con dolo, con dolo directo”. Según su análisis, el mensaje del fallo va más allá del caso puntual: “La Corte (…) está diciendo, señores, se acabó la joda. (…) El otro mensaje que está enviando la Corte de Justicia se lo está enviando a los tribunales inferiores como una forma de reivindicar la acción de la Justicia, a decir, señores, a partir de ahora la Justicia tiene que asumir el rol de poder independiente en la república para garantizar el funcionamiento de las instituciones”.