miércoles, 11 de junio de 2025 02:12
Al conocerse el fallo condenatorio, Roberto Barros intentaba mostrarse fuerte y entero ante la prensa, pero se quebró y no pudo evitar las lágrimas:
“Vamos a seguir luchando para que se haga justicia por Sonia y por mí. Estoy tranquilo porque mis hijos me creen que yo no hice lo que dicen que hice, hay pruebas y el jurado falló por sus sentimientos. Crié solo a mis hijos durante quince años, porque nadie me ayudó cuando le pedí ayuda a mi suegra, que no me la brindó, al contrario me atacaban y me echaban la culpa de la muerte de Liliana”.
En otro tramo de la nota al ser consultado por el Esquiú.com el ahora condenado se refirió a su hija, quien apenas tenía tres años cuando su mamá falleció: “Milagros, mi hija está muy mal, ella necesita de su papá para que la acompañe y la ayude, soy el sostén de mis hijos y ella lamentablemente tiene los mismos síntomas que tenía Liliana, por eso le pedí a la jueza que tuviera compasión, quiero estar con mi hija, ella me necesita” respondió mientras se secaba las lágrimas.
La familia
Momentos emotivos se vivieron en las afueras de la sala cuando Barros salió con la condena de ocho años de cárcel.
Su hijo Lautaro lo abrazó mientras los demás familiares lloraban y manifestaban que era una injusticia.
Fundidos en un abrazo y en medio de llanto, el joven tomó a su padre del rostro y mirándolo fijamente a los ojos le dijo: “Yo te creo” y volvió a abrazarlo.