Los resultados de la Prueba Aprender 2024 revelaron un dato alarmante: apenas el 14,2% de los estudiantes de 5º y 6º año del secundario logró un nivel satisfactorio en Matemática, mientras que el 58% sí lo hizo en Lengua. Esta brecha significativa entre ambas disciplinas pone en evidencia una falla estructural en el sistema educativo argentino, especialmente en lo que refiere a la enseñanza de contenidos lógicos y abstractos.
La evaluación, realizada en octubre con más de 379.000 estudiantes de todo el país, mostró además que más de la mitad está por debajo del nivel básico en Matemática. Carlos Torrendell, secretario de Educación, explicó que trabajan en un plan de mejora integral: “La matemática es una lengua, y su enseñanza exige una formación sólida tanto en alumnos como en docentes”. Desde el ministerio señalan que el problema no se resuelve con diagnóstico, sino con acciones concretas en cada escuela.
Otro de los ejes destacados del informe es la desigualdad de resultados según el nivel socioeconómico: estudiantes de sectores más desfavorecidos, incluso con buenos hábitos de estudio, no logran alcanzar el desempeño de sus pares en mejores condiciones. La falta de equidad y recursos, sumada a la estructura tradicional del secundario, genera una espiral de exclusión y bajos rendimientos que se repite año tras año.
A pesar del panorama, desde el Ministerio de Capital Humano destacan una mejora en la participación estudiantil: el 70% de los alumnos realizó la prueba, con un descenso notable de respuestas aberrantes. Las autoridades proyectan un enfoque centrado en alfabetización, matemática y educación digital, con inteligencia artificial como herramienta para el diagnóstico y la toma de decisiones. Aún así, el desafío sigue siendo reformar el modelo educativo para recuperar aprendizajes y evitar que las cifras de Aprender sean una sentencia sin retorno.