Desde las cero horas de este domingo 1 de junio rige un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil en las estaciones de servicio de YPF. El ajuste es, en promedio, del 1% y responde a la aplicación parcial de los impuestos nacionales a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), actualizados por el Gobierno nacional.
Según informó la empresa, los nuevos valores fueron definidos tomando en cuenta factores clave como el precio internacional del crudo, el tipo de cambio y la carga tributaria vigente. Aunque se trata de un aumento moderado, tiene un impacto directo en los consumidores y en el costo del transporte y la logística.
“YPF renueva su compromiso de mantener un acuerdo honesto con los consumidores, que se basa en el monitoreo continuo de las principales variables que componen el precio de sus productos”, señalaron desde la compañía, haciendo referencia a su política de precios basada en variables macroeconómicas.
La decisión oficial de no trasladar la totalidad del aumento impositivo al precio final implica, según la consultora Economía y Energía, un costo fiscal mensual superior a los 200 millones de dólares. De este modo, el Gobierno busca atenuar el impacto en los precios al consumidor, aunque lo hace a costa de ingresos fiscales clave.