viernes, 30 de mayo de 2025 01:43
Natalia y Fernando Rojas, hijos de Juan Carlos Rojas, el exministro asesinado en diciembre de 2022, se presentaron ayer en la Fiscalía de Instrucción N° 5 y ampliaron la denuncia por encubrimiento contra el personal de la Comisaría Séptima, de la División Homicidio, de Sanidad Policial y del Cuerpo Interdisciplinario Forense.
Acompañados por su abogado querellante Iván Sarquís, los hijos de Rojitas aportaron nuevas pruebas al expediente que lleva abierto más de dos años y, según señalaron, “no tiene ningún avance”.
En diálogo con El Esquiú.com, el letrado explicó en qué consistió la ampliación realizada. Al respecto explicó: “Se han arrimado al expediente sendos informes forenses de la Agrupación San Juan, de la Policía Federal Argentina, del Escuadrón San Juan, del Equipo Tanatológico de la Corte Suprema de Justicia. Se han arrimado informes de Aucac y una serie de diligencias probatorias respecto de algunas actuaciones policiales y judiciales desplegadas en el domicilio del hallazgo de Juan Carlos Rojas el día 4 y 5 de diciembre del 2022”.
Sarquís puntualizó algunos datos sobre la entrega de la casa por parte de los investigadores apenas unos minutos después de que se llevaran el cuerpo de Rojas a la morgue, “porque la autopsia era un trámite de rigor. Todos decían que la muerte fue natural”.
“Nosotros entendemos que hubo un despliegue tendiente a destruir la escena del crimen como prueba. Hemos arrimado también elementos que consideramos gravitantes y que tienen que ver con determinadas pericias que se efectuaron en el domicilio, que dan cuenta de maniobras específicas, técnicas realizadas por personas con perfil vinculado a la ciencia forense o al oficio policial. (…) Buscan ocultar mediante estás maniobras la presencia de terceros, ya sea el agresor, agresores, cómplices o indicadores”, explicó el letrado.
A la vez, agregó: “Considero que hay maniobras que se han desplegado de manera sesgada el día 4 de diciembre que se internalizó desde la fuerza policial la hipótesis de una muerte natural, cuando se debe arrancar una investigación desde la hipótesis más gravosa que es del homicidio, más tomando en cuenta que se halló una víctima bastante golpeada”.
Por otra parte, Sarquís se refirió al avance en el expediente del encubrimiento: “Hace más de un año y medio el fiscal tiene secuestrado el teléfono del comisario Tomás Rodríguez y no se sabe aún con quién se comunicó el día del homicidio. (…) Ahí está durmiendo, entonces ese es el temperamento del enojo, de la preocupación, de la sensación de impunidad que tiene la familia”.
Por otra parte, Fernando al ser consultado sobre la presentación señaló: “Completaron la tarea de ellos entregándonos la casa y diciéndonos que limpiemos y acomodemos todo. Nosotros insistimos que mi papá no murió por un paro cardíaco y nos hablaban con palabras técnicas y después nos dicen ahí tienen la casa (…). Hoy sentimos que nos usaron, por eso nos entregaron la casa”.
A la par, se preguntó: ¿qué intención tenía el hijo de borrar las comunicaciones de mi papá del teléfono con tantos miembros del Gobierno?
“El tema de mi papá es mala palabra para el Gobierno, más en la situación que están ahora con los docentes es mala palabra, no se puede nombrar a mi papá de ningún modo(…)”, finalizó.