«No tenía ni para comer»: la catamarqueña que manejó Uber para pagarse la facultad y hoy es abogada

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El pasado martes 13 de mayo, Ayelén Bracamonte alcanzó un gran logro: se recibió de abogada. Pero detrás de ese título hay una historia de esfuerzo, pérdida y mucha resiliencia.

Ayelén fue la primera mujer en manejar Uber en Catamarca, cuando el servicio llegó a la provincia en 2023. Recuerda con exactitud aquel día: fue el 7 de noviembre. Le llegó una alerta de viaje y, sin dudarlo, salió a manejar. Por un posteo que realizó en sus redes sociales, INFORAMA la entrevistó en ese entonces y hoy habla con ella, ya con una perspectiva distinta de su vida.

En ese momento atravesaba una situación económica muy difícil. «No tenía ni para comer», cuenta. Su padre había fallecido en noviembre de 2021 y, desde entonces, todo se complicó aún más. Su madre, jubilada con la mínima, padece una enfermedad que requiere tratamiento permanente. Cada 15 días necesita renovar los medicamentos, lo que representa un gasto considerable, incluso con obra social.

Frente a ese panorama, Ayelén tomó una decisión difícil: postergar sus estudios para poder trabajar y cuidar de su madre. Pero no se rindió. Con los ingresos de Uber pudo retomar la carrera de abogacía en una universidad privada. Trabajaba de noche como conductora y durante el día estudiaba y acompañaba a su mamá.

Uno de los grandes desafíos que enfrentó fue la resistencia inicial cuando se instaló la aplicación de viajes en Catamarca. «No nos dejaban trabajar. Hubo operativos, amenazas, hechos de violencia por parte de quienes no aceptaban la competencia», recuerda.

Además, trabajaba de noche y siendo mujer, el riesgo era aún mayor. Sin embargo, destaca que siempre se sintió contenida por el sistema de seguridad de la aplicación: “Uber nos brinda un botón S.O.S, permite grabar audios y videos durante todo el viaje, y tanto el chofer como el usuario están cubiertos por un seguro”.

Qué dice la ley sobre Uber

Ayelén defiende el uso de Uber en Catamarca y exige que se reglamente adecuadamente esta modalidad de trabajo. Como abogada, explica: «si bien existe una discusión sobre si Uber es transporte público o privado, lo cierto es que la aplicación opera en Argentina amparada en el artículo 1280 del Código Civil y Comercial de la Nación. A nivel local, la carta orgánica del municipio establece que debe regularse el transporte de pasajeros, pero la ley nacional de transporte aún no contempla las plataformas digitales. Estamos ante vacíos legales, pero eso no significa que el servicio sea ilegal».

Y agrega: «Además, no podemos ignorar el contexto económico. Uber se convirtió en una fuente laboral para muchas personas en todo el país y en Catamarca. Hoy, el ingreso de un chofer permite que coman cuatro personas en una familia. Es responsabilidad del Estado generar políticas públicas acordes al contexto y promover el empleo, no poner trabas. En muchas casas hay una cadena de desempleados, y este tipo de plataformas representan una salida concreta».

Ayelén fue a rendir su última materia en Córdoba.
Ayelén Festejando su titulo en Catamarca.

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