Con la designación de Germán Kranevitter en la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad de la Capital, el peronismo completa la imagen de unidad y consistencia que pretenden proyectar de cara a las elecciones de octubre.
Los comicios están signados por dos singularidades: será la primera vez desde 2015 que la alianza oficialista no llevará en sus boletas a alguna de sus tres figuras principales –Raúl Jalil, Gustavo Saadi o Lucía Corpacci- y no se celebrarán las PASO.
La dirigencia seguirá con particular interés sus alternativas, además, porque son los últimos antes de que se produzcan el recambio pactado para 2027, cuando Saadi reemplace a Jalil en la Gobernación, si todo sale conforme a las previsiones de los aliados.
El pase de Fernando Monguillot de la Secretaría de Gobierno capitalina al Ministerio de Gobierno de la Provincia es una ratificación de ese derrotero.
A diferencia de todos sus antecesores, el flamante jefe de la cartera política es un saadista “paladar negro”. Su incorporación al gabinete provincial en puesto tan clave implica una coordinación más aceitada de la las decisiones entre Jalil y Saadi.
Esto obedece a una razón obvia: el desenlace de la gestión Jalil será el factor de mayor incidencia en la configuración del escenario electoral en el que deberá eventualmente competir Saadi.
Monguillot es la materialización de la sintonía entre su jefe político y el Gobernador para ordenar la transición: el oficialismo exhibe músculo político y apunta a demostrar que cuenta con los equipos necesarios para llevar adelante un cambio dentro del mismo proyecto, proceso que requiere también un recambio generacional.
Si a nivel provincial la incorporación de Monguillot representa la solidez de la alianza entre Jalil y Saadi, con la senadora nacional Corpacci como garante, Kranevitter marca en la Capital el ingreso a la gestión ejecutiva, en el área más política, de Esperanza Capital, sector que orienta el ministro de Vivienda Fidel “Pocho” Sáenz. Esto es: Kranevitter oficializa el compromiso entre los dos sectores más importantes del principal distrito electoral de la Provincia.
El nuevo secretario de Gobierno deja el Concejo Deliberante en el último año de un mandato que ganó a la cabeza de las listas peronistas en 2021, luego de imponerse en las PASO como representante de la escudería de Sáenz. Es, como Monguillot, un hombre joven, pero con rodaje político. Desde el municipio se destacaron su desempeño electoral y su competencia para articular al frente del bloque oficialista de concejales.
La suspensión de las PASO es clave para evaluar el sentido de los cambios. El dispositivo sirvió desde su instauración para dirimir las internas peronistas, muy especialmente en la Capital.
No se trataba solo de competir y obtener resultados decorosos y visibilidad. Más importante que eso era que marcaba con mucha certidumbre la legitimidad de las pretensiones: cualquiera podía presentarse a las PASO si asumía el riesgo de protagonizar un papelón. En otras palabras, las PASO estimulaban la participación y presentaban una oportunidad para mostrar potencial tanto como disuadían a aventureros que se veían obligados en última instancia a pasar de los alardes a las urnas.
Los sectores más representativos de la alianza oficialista están ya dentro de las gestiones ejecutivas, resta definir las listas de candidatos. Listas que tendrán que jugar, como ya se ha dicho, sin la tracción de Jalil, Saadi o Corpacci.
También allí tendrá que demostrar el oficialismo, sin el filtro de las PASO, su capacidad de recambio.