La vida de Nino Dolce, el actor y conductor mediático conocido por su paso por la televisión argentina, dio un salto inesperado que dejó a todos sorprendidos. Lo que alguna vez fue un rostro de la farándula y un nombre asociado a la diversión y la vida nocturna, ahora se encuentra en un camino completamente diferente, dedicado a la religión y la espiritualidad.
Este sorprendente cambio fue comentado en el programa de Pampito, Puro Show, donde se revelaron detalles impactantes de su nueva vida. Desde su dedicación al estudio de la Torá hasta su transformación en un aspirante a rabino, la historia de Nino Dolce fue un tema de conversación que mantuvo a muchos prendidos en la charla.
Durante años, Nino Dolce fue un nombre asociado a la farándula. Su participación en programas como Bailando por un Sueño lo consolidó como una figura popular. Sin embargo, detrás de las luces y las cámaras, Dolce comenzó a sentir una desconexión con la vida superficial que llevaba.
Se dijo que Dolce había tomado la decisión de abandonar su carrera mediática y dedicarse por completo a la religión. En el programa, revelaron que Nino había sentido una fuerte necesidad de encontrar algo más profundo y significativo en su vida.
NINO DOLCE SE DEDICA A ESTUDIAR PARA RABINO:
El conductor y actor, que hasta ese momento había estado involucrado en múltiples proyectos televisivos y en la vida nocturna, encontró en la religión un refugio, un medio para liberarse de los excesos de la fama y la superficialidad. Según se comentó Puro Show, Dolce expresó que la fama y las fiestas no le daban la paz interior que él buscaba, por lo que optó por dar un giro radical a su vida.
«Le pegó como fuerte esto, él siempre fue judío, no es que se convirtió al judaísmo. Él todavía está estudiando, se levanta a las 5 de la mañana para estudiar arameo y la torá, muy temprano se levanta y estudia. Un cambio de vida total dejó la joda» dijo Fernanda Iglesias, una de las panelistas del programa.
Otro de los aspectos más sorprendentes del cambio de Dolce fue el nombre que decidió adoptar: Noa Ben Sará. En Puro Show se explicó que Dolce había tomado esta decisión como parte de su proceso de transformación. Aunque aún conserva su nombre real, Rómulo Tirri, en honor a su padre, el nuevo nombre simboliza su nueva identidad religiosa.
También se reveló que el padre de Dolce, un crítico de arte llamado Néstor Tirri, le pidió que conservara su nombre de nacimiento, algo que Dolce respetó. Sin embargo, el cambio de nombre a Noa Ben Sará marca la transición definitiva de Dolce de una vida mediática a una vida dedicada a la religión.