Patricia González, madre de Octavio Chaile, un joven con parálisis cerebral y crisis distónicas severas, enfrenta una lucha constante por obtener una silla de ruedas motorizada para su hijo, tras presentar la solicitud ante la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP) en junio de 2024.
A pesar de aportar toda la documentación necesaria, como la historia clínica y el certificado de discapacidad, la respuesta de la institución fue nula, generando una gran angustia en Patricia. «Nosotros presentamos toda la documentación correspondiente, pero después de tantos meses, la situación sigue estancada«, explicó con preocupación.
A lo largo de este tiempo, Patricia no descansó en su intento de seguir el curso del expediente. Se acercó a las oficinas de OSEP en Córdoba en múltiples ocasiones, realizó llamadas telefónicas y envió mensajes públicos solicitando la continuidad del trámite. Sin embargo, la inacción de la obra social ha sido evidente, como lo relató la madre: «En varias ocasiones traté de aclarar la situación, pero no recibí respuestas concretas. El expediente se estancó sin explicación alguna». El peor momento de la angustiosa espera llegó en febrero de 2025, cuando el expediente fue inesperadamente dado de baja, sin ninguna justificación oficial.
El 17 de febrero, Patricia pasó horas recorriendo las oficinas de OSEP, pero su esfuerzo resultó en una total frustración. «Me mandaron de un lado a otro, a patrimonio, a despacho, y cuando por fin me entregaron un papel, me dijeron que el expediente había sido archivado, pero sin explicarme el porqué», relató indignada.
Lo más doloroso fue que la madre nunca fue notificada de la baja del expediente, lo que dejó a la familia en una situación de total incertidumbre. «Nadie me explicó nada, ni siquiera me dieron razones. Fue un golpe muy fuerte», dijo Patricia.
El estado de salud de Octavio agrava aún más la situación. La silla de ruedas actual no le brinda la seguridad que necesita, ya que el soporte para su cabeza está roto, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves. «Mi hijo tiene una cirugía compleja en su cabeza, y su silla actual no lo sostiene correctamente. No puedo permitir que él esté en esas condiciones», señaló Patricia a la prensa.
La madre también destacó que la silla motorizada solicitada podría mejorar enormemente la calidad de vida de Octavio, un cambio que está documentado en videos de prueba que muestran cómo la silla contribuye al bienestar de su hijo.
La falta de una respuesta adecuada por parte de OSEP ha dejado a Patricia en una constante lucha. «Mi hijo necesita esta silla motorizada, y si un especialista evaluara su situación, estoy segura de que me daría la razón. No voy a rendirme, lucharé hasta que Octavio tenga lo que necesita», aseguró Patricia, visiblemente afectada.
La madre también expresó su deseo de que Octavio, que ya cursa el quinto año de la escuela secundaria, pueda disfrutar de sus 18 años con la comodidad y dignidad que se merece. «Quiero que mi hijo pueda ir a la escuela sin la incomodidad de su silla actual. Necesito que OSEP cumpla con lo que le corresponde», concluyó.